Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (DIEVCM)
Esta fecha conmemora el asesinato de las tres hermanas Mirabal, el 25 de noviembre de 1960, militantes opositoras a la dictadura que ejerció, durante más de 30 años, Leónidas Trujillo en la República Dominicana.
El 25 de noviembre de 1960 Minerva y María Teresa fueron a visitar a sus esposos a la cárcel, en compañía de su hermana Patria. Miembros de la policía secreta de Trujillo las interceptaron en el camino, las asesinaron y las metieron de nuevo en el vehículo en el que viajaban arrojándolo por un precipicio para simular un accidente. La noticia de estos asesinatos conmovió a la nación dominicana e impulsaron el movimiento anti-trujillo. Finalmente, este dictador fue asesinado en 1961 y su régimen cayó poco después.
Las mariposas representan la lucha de las mujeres contra cualquier tipo de tiranía.
En el Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, que se llevó a cabo en Bogotá en 1981, se acordó esta fecha como forma de rendir homenaje a tres hermanas dominicanas: Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, conocidas como “las Mariposas”, nombre secreto de Minerva en sus actividades políticas clandestinas.
Para más información sobre la historia de las Hermanas Mirabal se puede leer el libro de Julia Álvarez, En el tiempo de las mariposas, Atlántida, 1994.
A la sombra de la barba del patriarca
La barba del patriarca se extiende hasta donde llegan tus cabellos,
no la ves,
porque es invisible a los ojos de las hembras,
ni las perras, ni las zorras ni tú mujer la veis.
La barba de patriarca da más sombra a tu sombra,
pero no te cobija en los días ardientes del verano,
y en la estación fría no deja que la luz derrita la escarcha de la noche.
La barba del patriarca te estrangula la voz,
te tatua en la espalda la cruz o el sello de Salomón
¿Nunca te explicaron los sabios porque no puedes ser sabia?
Sólo te dicen que la sumisión es grata a los ojos del Padre,
y que el conocimiento envenena la sangre,
que ni hijos ni dulces son buenos cuando una mujer descubre los enigmas,
pues su estirpe procede de la astuta serpiente.
La barba del patriarca se extiende y da ritmo a tus ciclos,
ni las burras, ni las camellas ni tu mujer la veis.
desterrada en tu cuerpo, blanqueadas tus dudas con la cal de los fariseos,
sólo sabes que parirás pronto y mal,
o tarde y a destiempo,
mientras el sol sigue su curso.
Conoces el desprecio, sabes que nunca serás ungida,
mira fijamente los ojos del cordero
y verás en ellos la sal a punto de ser agua,
la hoguera o el ara.
Antaño cortejaste con la bestia,
y debes entregar a las barbas del patriarca la cabeza,
arrancar del corazón conocimiento y rebeldía,
parir vástagos, vestirlos con sudario
y abandonalos en las puertas del reino de los cielos,
en las puertas del paraíso del profeta,
en las puertas de la tierra prometida,
en las puertas…
porque tú nunca cruzarás el umbral,
dicen que la sabiduría es invisible a los ojos de las hembras,
y ni la serpiente, ni la zorra ni tú mujer la veis.
Elena Soto del libro Métricas del alma