Poesía concreta

Concretismo, el grupo Noingandres

La forma plástica de la palabra, la letra como signo material o la sonoridad despojada de significado son algunas de las características de la poesía concreta, un movimiento de vanguardia que se inició en la década de los cincuenta en Sao Paulo con el grupo Noingandres formado por Augusto de Campos, Haroldo de Campos, y Decio Pignatari, al que se sumarian, posteriormente, Ronaldo Azeredo y José Lino Grunewald. En 1956 se realizó la «Exposición Nacional de Poesía Concreta» en el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo, en la que participaron Ferreira Gullar, Wlademir Dias Pino. La poesía de este grupo trató de superar el verso en favor de nuevas estructuras.
Este video de Christian Caselli es la adaptación audiovisual los poemas concretos «Cinco» (de José Lino Grunewald, 1964), «Velocidade» (de Ronald Azeredo, 1957), «Cidade» (de Augusto de Campos, 1963), «Pêndulo» (de E.M. de Melo e Castro, 1961/62) e «O Organismo» (de Décio Pignatari, 1960).

 

José Lino Grunewald

Poema de José Lino Grünewald

 

Poema de Augusto De Campos

Poema de Augusto De Campos

"Ovonovelo"  de Augusto de Campos.  recreación  del  poema de Simmias de Rodas

«Ovonovelo» de Augusto de Campos. recreación del poema de Simmias de Rodas

De la poesía concreta a Galaxias y Finismundo de Haroldo de Campos

Hipótesis

Pensaba Ptolomeo
que el mundo era como el ojo de ciertas mujeres
Una esfera de húmedos cristales
en que cada astro describe una órbita perfecta
sin pasiones
mareas o catástrofes.
Luego vino Copérnico
sabio que cambió senos por palomas
cosenos por espantos
y la pupila del sol fue el centro del universo
mientras Giordano Bruno crepitaba
para felicidad de curas y maridos
Entonces Galileo
estudiando a fondo el corazón de las muchachas
naufragó en el buen vino
–luz aglutinada por el sol–
violó estrellas que no eran de cine
y antes de morir sobre la cola de un cometa
sentenció que el amor era infinito
Kant por su parte no supo nada de mujeres
preso en la mariposa de los cálculos
en polen metafísico
y a Hegel
tan abstracto
le resultó el asunto demasiado absoluto
Por mi parte
propongo al siglo XX
una hipótesis simple
que los críticos llamarán romántica
Oh muchacha que lees este poema
el mundo gira alrededor de ti.

Víctor Rodríguez Núñez (La Habana, 1955) recita en Festival Internacional de Poesía de Medellín.

¿Qué es el jazz?

El poeta colombiano William Agudelo lee un texto sobre cómo percibe el jazz de Charlie Parker, en el Festival Internacional de Poesía de Medellín.

Las manos de Charlie como tarántulas
tejiéndole en la guitarra la trama a su mujer
que —zapatos transparentes de alto tacón— dale
con los vibrattos y voces rajadas mientras
el negro abrazado al contrabajo como a
una negra haciéndole ton ton con el dedo
blanquea los ojos saca la lengua como un
ahorcado rechina los dientes secretea
obscenidades tierno lijar de la escobilla
manos sobre parches murciélagos aleteantes
el cara-de-mono sobre su corcel de nogal
y cromo y de pronto la locura pedazos
de bronce cueros desgarrados el dios
y sus ocho brazos empalillados los pies
en los pedales con furia leviatánica
revoloteándolo el estómago nos tiembla
como ijares de potro asustado y Charlie
dale con las progresiones raras como los peces
de las fosas marinas un queso kraft
la calva a la luz del coliseo el negro
que se agacha sudando hasta las notas agudas
y da un salto ansioso y seguro agarrando
las graves junto a los clavijones obsesionado
en el repetir variado hasta que Charlie mete
cuñas de acordes entre ton y son y vuelven
los palillos con su ratratarata matemáticamente
atropellado mientras la muchacha de al lado ruidosa
suspira y se ajusta la cinta de su brazo qué carajo
«…si tiene que preguntarlo nunca lo va a saber.»

William Agudelo (Bolombolo, Antioquia, 1943).  Fundó junto con Ernesto Cardenal la Comunidad de Ntra. Sra. de Solentiname en Nicaragua. (1966)

 

Canción de los números primos

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La canción de los números primos suena a Tonnkarari,
Podemos oírla si mantenemos los oídos abiertos,
Podemos escuchar su alegre melodía.
La canción de los números primos suena Chinnkarari,
Los números primos cantan en armonía
La canción de amor en la tierra de los números primos.
La canción de los números primos suena Ponnporori,
Los números primos sueñan,
Cantan las visiones del mañana.
Poema del matemático Kazuya Kato en Documenta Mathematica 

 

Kazuya Kato_establoPegaso

El matemático, Kazuya Kato, ha contribuido fundamentalmente a muchas partes de la teoría de números moderna y a partes relacionadas de la geometría algebraica.

 

Prime Numbers

The song of prime numbers sounds Tonnkarari,
We can hear if we keep our ears open,
We can hear their joyful song.
The song of prime numbers sounds Chinnkarari,
Prime numbers sing together in harmony
The song of love in the land of prime numbers.
The song of prime numbers sounds Ponnporori,
Prime numbers are seeing dreams,
They sing the dreams for the tomorrow

El San Valentín de un empleado de telégrafos

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El San Valentín de un empleado de telégrafos

Las espiras de mi alma se entrelazan
con las tuyas, aunque estén a muchos kilómetros de distancia.
Y las tuyas en estrechos circuitos enrollados serpentean
alrededor de la aguja de mi corazón.

Constante como Daniell, fuerte como Grove.
burbujeando en sus profundidades como Smee,
Mi corazón empuja su marea de amor,
y todos sus circuitos se cierran en ti.

Oh, dime, cuando a lo largo de la línea
de mi corazón el mensaje fluye,
¿Qué corrientes se inducen en el tuyo?
Un clic tuyo acabará con mis males.

A través de muchos voltios el weber voló,
y me devolvió esta respuesta;
Soy tu faradio fiel y verdadero,
cargado hasta un voltio de amor por ti.

Poema del físico James Clerk Maxwell

Valentine by a Telegraph Clerk

The tendrils of my soul are twined
With thine, though many a mile apart.
And thine in close coiled circuits wind
Around the needle of my heart.

Constant as Daniel, strong as Grove.
Ebullient throughout its depths like Smee,
My heart puts forth its tide of love,
And all its circuits close in thee.

O tell me, when along the line
From my full heart the message flows,
What currents are induced in thine?
One click from thee will end my woes.

Through many a volt the weber flew,
And clicked this answer back to me;
I am thy farad staunch and true,
Charged to a volt with love for thee.

James Clerk Maxwell

En este poema Maxwell mezcla el romanticismo y la tecnología con un toque de humor. Con el pretexto de la comunicación entre dos telegrafistas (hombre y mujer) incluye todas las pilas que se usaban en la época (1860), que reciben los nombres de sus fabricantes (John Daniell, William Grove y Alfred Smee), y a las unidades eléctricas (Weber, Faradio y Voltio).
Aunque las características de las diferentes baterías dan sentido al poema, lo más destacable es que el telégrafo se estaba convirtiendo en una forma de comunicación cotidiana que abría nuevas posibilidades en todos los campos, también en el de las relaciones amorosas.