Diablos azules en el mar de la Serenidad

Mares lunares

Mares lunares

Mar de la Serenidad, Mar de las lluvias, Océano de las Tormentas, Mar de las Nubes, Mar de la Crisis… y también bahías, lagos y pantanos; muchos de los nombres vienen de una época en la que se creía que la Luna influía en el humor de la gente. Este poema recorre la cartografía lunar.

Diablos azules en el mar de la Serenidad

Diablos azules en el mar de las Lluvias,
solo con tocar el cristal
el meñique ya siente la tristeza de los perros
bajo los sauces de Babilonia.
Diablos azules en el mar de las Nubes,
en el algodón que quiso ser nieve,
pero olvidó la cadencia de los copos.
Diablos azules en las líneas de la palma,
en el mar de la Humedad,
en el temblor que sostiene
la mano del verdugo de pétalos
cuando la flor inclina la cabeza.
Diablos azules en el océano de las Tormentas,
y al acariciar la porcelana,
al rozar las vetas de la madera,
una fisura, áspera al gusto, estremece.
Lunamoto en el país de las grietas.
Diablos azules en el mar de las Islas,
en los cordones que atas con nudo frágil,
como la vida.
Diablos azules en el mar de la Serenidad,
en el lago de los Sueños,
donde hibernan las fechas con el santo del día,
junto con las botellas rotas de la fiesta.
Diablos azules en el mar de los Vapores,
en la bahía del Medio,
donde, pálidos como huesos, los serenos
velan el aroma de ceniza de patchouli
en el altar de Hécate.
Diablos azules en el mar del Frío
asomando la garra tibia en el almanaque,
celestes como icebergs,
flotando sobre paisajes que vivieron épocas convulsas.
Diablos azules susurrando al menguante giboso
en el mar de la Tranquilidad,
con el canto abatido de los cárabos.
Diablos azules forrajeando en el mar de Néctar
ajustando silabas y mapas al velo del paladar
bahía del Arco Iris, lago del Olvido…
La noches saben a caramelo y mezcal
en el mar de la Crisis.
Diablos azules varados en los muelles del limbo,
inlunados en jergones de azúcar impalpable
esperando que el alba pinte el día
como un payaso triste.
Apolo XVIII

Este poema fue publicado en la sección poesía y ciencia de Tam Tam Press

Visita la luna con estos nuevos mapas se construyeron utilizando imágenes y datos topográficos de la nave Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA, que ha estado orbitando la Luna desde 2009.

Imágenes de alta resolución han revelado volcanes lunares muy pequeños volcanes de entre hace diez a 100 millones de años. Mapa I

Datos topográficos del Altímetro Láser del Orbitador Lunar (LOLA)

A contratiempo

Cambiar desde el presente un hecho ocurrido en el pasado, modificar acontecimientos ya sucedidos ¿Quién no ha fantaseado alguna vez con la idea de viajar en el tiempo? La ciencia lo explora con las partículas subatómicas, con la búsqueda de nuevas dimensiones en el Gran Colisionador de Hadrones o con viajes a la velocidad de la luz.
En el tema «A contratiempo», interpretado por Chicho Sánchez Ferlosio con letra de Agustín García Calvo, se anima a las carabelas de Colón a que desanden el camino y dejen América sin descubrir, viajando hacia atrás en el tiempo.

Carabelas de Colón,
Todavía estáis a tiempo:
Antes que el día os coja,
Virad en redondo presto,

Tirad de escotas y velas,
Pegadle al timón un vuelco,
Y de cara a la mañana
Desandad el derrotero,

Atrás, a contratiempo.

Mirad que ya os lo aviso,
Mirad que os lo prevengo,
Que vais a dar con un mundo
Que se llama el Mundo Nuevo,

Que va a hacer redondo el mundo,
Como manda Ptolomeo
Para que girando siga
Desde lo mismo a lo mesmo.

Atrás, a contratiempo!

Por delante de la costa
Cuelga un muro de silencio:
Si lo rompéis, chocaréis
Con terremotos de hierro

Agua irisada de grasas
Y rompeolas de huesos;
De fruta de cabecitas
Veréis los árboles llenos,

Atrás, a contratiempo!

¡A orza, a orza, palomas!
Huid a vela y a remo:
El mundo que vais a hacer,
Más os valiera no verlo,

Hay montes de cartón-piedra
Ríos calientes de sebo,
Arañas de veinte codos,
Sierpes que vomitan fuego.

Atrás, a contratiempo!

Llueve azufre y llueve tinta
Sobre selvas de cemento;
Chillan colgados en jaulas
Crías de monos sin pelo, Pelo;

Los indios pata-de-goma
Vistiendo chapa de acero,
Por caminos de betún
Ruedan rápidos y serios.

Atrás, a contratiempo!

Por las calles trepidantes
Ruge el león del desierto;
Por bóvedas de luz blanca
Revuelan pájaros ciegos Ciegos;

Hay un plátano gigante
En medio del cementerio,
Que echa por hojas papeles
Marcados de cifra y sello.

Atrás, a contratiempo!

Sobre pirámides rotas
Alzan altares de hielo,
Y adoran un dios de plomo
De dientes de oro negros, Negros;

Con sacrificios humanos
Aplacan al Dios del Miedo
Corazoncitos azules
Sacan vivos de los pechos.

Atrás a contratiempo!

Trazan a tiros los barrios,
A escuadra parten los pueblos;
Se juntan para estar solos,
Se mueven para estar quietos, Quietos;

Al avanzar a la muerte
Allí lo llaman progreso;
Por túneles y cañones
Sopla enloquecido el Tiempo.

Atrás, a contratiempo!

Por eso, carabelitas
Oíd, si podéis, consejo:
No hagáis historia; que sólo
Lo que está escrito está hecho, Hecho

Con rumbo al sol que os nace,
Id el mapa recogiendo;
Por el Mar de los Sargazos
Tornad a Palos, el puerto,

Atrás, a contratiempo!

Monjitas arrepentidas,
Entrad en el astillero;
Os desguacen armadores,
Os coman salitre y muergos, Muergos,

Dormid de velas caídas
Al son de los salineros
Y un día, de peregrinas,
Id a la sierra subiendo,

Atrás, a contratiempo

Volved en Sierra de Gata
A crecer pinos y abetos,
Criar hojas y resina
Y hacerles burla a los vientos,Vientos,

Allí el aire huele a vida;
Se siente rodar el cielo;
Y en las noches de verano
Se oyen suspiros y besos.

En esta versión Chicho la recita

Añado el post: Hemos llegado al futuro: ¿lograremos regresar al pasado? de Javier Yanes

Falange darwiniana

Agarre de precisión de la mano con un trozo óseo metacarpiano del pulgar, de un hombre Australopithecus, habitante de hace 3-2 millones de años. (Tracy Kivell y Matthew Skinner)

Agarre de precisión de la mano con un trozo óseo metacarpiano del pulgar de un hombre Australopithecus. (Tracy Kivell y Matthew Skinner)

¿En qué momento de la historia de la evolución apareció la mano humana moderna?
Conocerlo es clave para entender cómo nos convertimos en humanos.

Falange darwiniana, poema de José Ángel Leyva

De los cinco hay uno que gobierna
El dedo acusador no tuvo suerte
de ser segundo en el índice animal

Homínido
Obediente a sueldo
apunta y dispara sobre el otro

El cordial juega a hacerse el inocente
cuando llega primero al placer
Suele también significar obscenidad y ofensa

El superego está en el anular
Paga los platos rotos o esconde la mano en situaciones
en que es preciso mentir y aparentar aplomo

Con el meñique se llega a acuerdos y a amistades largas
Entre los más pequeños el contubernio es la constante
pero no deciden qué hacer ni son imprescindibles

Cuando el pulgar se alza frontal ante los cuatro
toca sus puntas y vuelve a recordar la hazaña
Él deshizo la ruta del mono y lo llevó al entendimiento

No hay vuelta atrás La vida es una cuenta regresiva
El futuro es esta luz perdida en las cenizas

La mano agarra empuña toca
cuenta pulsa juega acaricia escribe gesticula
con los cinco sentidos y las cinco falanges del saber

El pulgar domina en la tribuna el circo
Empoderado apunta aprobatorio el cielo
o deja caer sin gravedad la uña hacia la tierra
Sentencioso mordaz individual alegre
el dedo gordo revienta la asamblea
multánime se eleva o condesciende a ser
arma o instrumento
huella dactilar pasaje visto bueno.

José Ángel Leyva (Durango, México, 1958) en el 17° Festival Internacional de Poesía de Medellín.

Lo que los científicos llaman mano humana moderna tiene varias características definidas; una de ellas es un pulgar completamente oponible a los otros cuatro dedos, una ventaja evolutiva muy notable, ya que aumenta considerablemente la precisión con la que puede manipular objetos.
Los restos fósiles encontrados en la Garganta de Olduvai (Tanzania) y que pertenecen a una falange del dedo meñique de la mano izquierda de un individuo que midió entre 1,70 y 1,80 metros, han permitido a los investigadores describir el hueso más antiguo de la mano encontrado hasta el momento con una apariencia muy similar a la de los homínidos modernos, es decir, perteneció a un individuo «exclusivamente terrestre», que no utilizaba sus manos para trepar en los árboles. La investigación publicada en Nature Communications y coordinada por Manuel Domínguez-Rodrigo sugiere que la evolución de la anatomía de la mano es más compleja de lo que se creía hasta ahora.

James Clerk Maxwell, versos y ecuaciones

James Clerk Maxwell (Edimburgo, 13 de junio de 1831 -Cambridge, 5 de noviembre de 1879)

James Clerk Maxwell (Edimburgo, 13 de junio de 1831 -Cambridge, 5 de noviembre de 1879)

Maxwell es conocido sobre todo por sus ecuaciones, con las que demostró que electricidad, magnetismo y luz son manifestaciones de un mismo fenómeno: el campo electromagnético. Logró unificarlas en un mismo marco teórico y predijo teóricamente la existencia de las ondas electromagnéticas, concluyendo que la propia luz era una de ellas. Tras siglos intentando descifrar el enigma de la naturaleza de la luz, Maxwell sintetizó toda la información en unas pocas líneas matemáticas que mostraban cómo la electricidad y el magnetismo estaban conectados, y que los dos juntos podían crear diferentes tipos de ondas que iban a la misma velocidad, la velocidad de la luz.

Son famosas las camisetas con el lema «Y Dios dijo:» (las ecuaciones de Maxwell) «y se hizo la luz»,

Y Dios dijo ... y se hizo la luz.

Y Dios dijo … y se hizo la luz.

Pero además de sus valiosas aportaciones en diferentes campos de la física, como la óptica, la teoría cinética de los gases o la termodinámica, Maxwell escribía poesía. Muchos de sus poemas fueron editados por su amigo y biógrafo Lewis Campbell.

Una Oda Paradójica es su último poema, escrito poco antes de su muerte. 

Obra poética de James Clerk Maxwell en PDF

Una Oda Paradójica

Para el Dr. Hermann Stoffkraft
una oda paradójica según Shelley

I

Mi alma es un nudo reflejo
sobre un vórtice líquido creado
por el intelecto que oculto vive,
mientras tu como convicto inmóvil
con aguda herramienta la desbaratas
solo para encontrar la complejidad permanente de mis nudos;
pues las herramientas para deshacerlos
en el espacio de cuatro dimensiones se hallan,
donde la pícara imaginación hace ver
avenidas enteras de universos;
donde Klein y Clifford llenan el vacío
con un ‘homaloide’ finito, sin acotar,
a través del cual el infinito es destruido sin esperanza.

II
Mas cuando tu ciencia levanta el vuelo
en los dominios inaccesibles de la especulación
atesoro cada edicto que pronunciaste;
mientras que en el curso de la evolución
andamos sin rumbo, y sin buscar solución alguna
mas que aquella en que sobrevive el más apto.
Hasta en aquel crepúsculo de los dioses
cuando Tierra y Sol son terrones inertes,
cuando, degradada toda su energía,
la materia en el éter haya desaparecido,
nosotros, es decir, todo el trabajo que hemos realizado,
como ondas en el éter, correrán por siempre
en esferas en expansión rápida, hacia el paraíso, más allá del Sol.

III
Gran principio el que observamos,
¡Tu continuidad interminable!
Por ti todos nuestros ángulos son suavemente redondeados,
nuestras inadaptaciones son por ti ajustadas,
y como siempre en ti he confiado,
¡permite que mis métodos nunca se confundan!
O nunca dirija la Creación
ruptura (resquebrajo) sobre mi contemplación,
que aun pueda la cadena causal, ascendiendo,
aparecer intacta y sin fin,
y en donde la cadena se pierde de vista
permite a seres invisibles guiar mi viaje en la oscuridad
a través de mundos de seres encantados de orden infinito.

Mientras los habitantes de lo oculto
—divinidades o emanaciones— intervienen,
y de mi encogida alma lo absoluto
(aquello que está oculto a nuestra vista)

James Clerk Maxwell, Traducción y notas de una Oda paradójica

A paradoxical ode

To Hermann Stoffkraft, Ph.D.

A Paradoxical Ode After Shelley
I
My soul’s an amphicheiral knotUpon a liquid vortex wrought
By Intellect in the Unseen residing,
While thou dost like a convict sit
With marlinspike untwisting it
Only to find my knottiness abiding;
Since all the tools for my untying
In four-dimensioned space are lying,
Where playful fancy intersperses
Whole avenues of universes;
Where Klein and Clifford fill the void
With one unbounded, finite homaloid,
Whereby the Infinite is hopelessly destroyed.
II
But when thy Science lifts her pinions
In Speculation’s wild dominions,
I treasure every dictum thou emittest;
While down the stream of Evolution
We drift, and look for no solution
But that of the survival of the fittest.
Till in that twilight of the gods
When earth and sun are frozen clods,
When, all its energy degraded,
Matter in æther shall have faded,
We, that is, all the work we’ve done,
As waves in æther, shall for ever run
In swift-expanding spheres, through heavens
beyond the sun.
III
Great Principle of all we see,
Thou endless Continuity!
By thee are all our angles gently rounded;
Our misfits are by thee adjusted,
And as I still in thee have trusted,
So let my methods never be confounded!
O never may direct Creation
Break in upon my contemplation,
Still may the causal chain, ascending,
Appear unbroken and unending,
And, where that chain is lost to sight
Let viewless fancies guide my darkling flight
Through Æon haunted worlds, in order infinite.
While Residents in the Unseen |
¿ons or Emanations| intervene,
And from my shrinking soul the Unconditioned screen.
Maxwell_establoPegaso 2

Maxwell a los 23 años.

Molecular Evolution

At quite uncertain times and places,
The atoms left their heavenly path,
And by fortuitous embraces,
Engendered all that being hath.
And though they seem to cling together,
And form «associations» here,
Yet, soon or late, they burst their tether,
And through the depths of space career.

So we who sat, oppressed with science,
As British asses, wise and grave,
Are now transformed to wild Red Lions,
As round our prey we ramp and rave.
Thus, by a swift metamorphosis,
Wisdom turns wit, and science joke,
Nonsense is incense to our noses,
For when Red Lions speak, they smoke.

Hail, Nonsense! dry nurse of Red Lions,
From thee the wise their wisdom learn,
From thee they cull those truths of science,
Which into thee again they turn.
What combinations of ideas,
Nonsense alone can wisely form!
What sage has half the power that she has,
To take the towers of Truth by storm?

Yield, then, ye rules of rigid reason!
Dissolve, thou too, too solid sense!
Melt into nonsense for a season,
Then in some nobler form condense.
Soon, all too soon, the chilly morning,
This flow of soul will crystallize,
Then those who Nonsense now are scorning,
May learn, too late, where wisdom lies.