Acción de gracias en el Supermercado

Howard Nemerov establoPegaso

The Collected Poems of Howard Nemerov (1977)

 

Acción de gracias para ser dicha en el Supermercado

Este Dios nuestro, el Gran Geómetra,
nos ha puesto aquí,
-por así decirlo- las cosas en forma,
empaquetando los corderitos en cubos ordenados,
envasando el asado en un amable cilindro,
ajustando el jamón a una lata elipsoide,
transformando el anonimato de la carne del desayuno
en cuadrados y rectángulos con todos los bordes biselados
o redondeados (simplificado, tal vez, para mayor rapidez).

Alabadle, pues ha otorgado la medida estética
a nuestras apetencias, y en la sangrienta
confusión de nuestro legado, nuestra necesidad indecorosa,
impuesta de forma significativa. Gracias a Él las bestias
entran el reino euclidiano de los números,
libres de sus fracturadas y sangrientas vidas.
Vienen a nosotros santificadas, en celofán
transparente, en el cuerpo místico,
para que miremos la muerte sin pestañear
como el mayor bien, como debería hacer un filósofo.

Grace to Be Said at the Supermarket

This God of ours, the Great Geometer,
Does something for us here, where He hath put
(if you want to put it that way) things in shape,
Compressing the little lambs into orderly cubes,
Making the roast a decent cylinder,
Fairing the tin ellipsoid of a ham,
Getting the luncheon meat anonymous
In squares and oblongs with all the edges bevelled
Or rounded (streamlined, maybe, for greater speed).

Praise Him, He hath conferred aesthetic distance
Upon our appetites, and on the bloody
Mess of our birthright, our unseemly need,
Imposed significant form. Through Him the brutes
Enter the pure Euclidean kingdom of number,
Free of their bulging and blood-swollen lives
They come to us holy, in cellophane
Transparencies, in the mystical body,
That we may look unflinchingly on death
As the greatest good, like a philosopher should.

Howard Nemerov (1920-1991) autor que con frecuencia emplea imágenes matemáticas en sus poemas.

Grace to be said at the supermarket pertenece al libro The Collected Poems of Howard Nemerov 

De rerum natura de Àngel Terron

Iniciación quimica angel terron

 

De rerum natura

Quan un científic mira una pedra
no veu tan sols un objecte contundent,
hi veu tot un entramat de molècules,
l’estructura tridimensional dels silicats,
l’acumulació ofegada de foraminífers.
Quan mira un arbre coneix el perquè dels seus colors,
la distribució espacial dels àtoms de la clorofil•la,
les cadenes de carbonis asimètrics que li han donat vida.
Quan era un infant i em demanava el perquè
de la duresa de les roques,
el canvi del vi en vinagre,
per què la sobrassada torna blanca,
no sospitava la bellesa dels símbols,
el bell alenar del coneixement
i que la mirada seria un acte de creació.
De la natura de les coses
cal extreure el plaer de viure.

De rerum natura
Cuando un científico mira una piedra
no ve sólo un objeto contundente,
ve una red de moléculas,
la estructura tridimensional de los silicatos,
la acumulación ahogada de foraminíferos.
Cuando mira un árbol conoce el porqué de sus colores,
la distribución espacial de los átomos de la clorofila,
las cadenas de carbonos asimétricos que le han dado la vida.
Cuando era niño y preguntaba el porqué de la dureza de las rocas,
el cambio del vino en vinagre,
porque la sobrasada se vuelve blanca,
no sospechaba la belleza de los símbolos,
el hermoso aliento del conocimiento
ni que la mirada sería un acto de creación.
De la naturaleza de las cosas,
se extrae el placer de vivir.

Àngel Terron recita De rerum natura

Kekulé postula l’estructura del benzè

Agust Kekulé, revolucionó la química orgánica con su descubrimiento de la estructura del benceno.

Agust Kekulé, revolucionó la química orgánica con su descubrimiento de la estructura del benceno.

La molécula del benceno fue durante mucho tiempo un misterio para los químicos. A kekulé la respuesta le llegó durante un sueño cuando vio una serpiente formada por seis partes moviéndose hasta morderse la cola, el símbolo el símbolo alquímico del ouroboros,

Kekulé postula l’estructura del benzè
Desert de llençols el somni
endivina tres serpents,
el cércol queda establert
amb les cues mossegades.
Confabulació de tetraedres,
els enllaços,
l’anell:
fruit gelós de la nit calenta.

Los poemas pertenecen al libro Iniciació a la química, de Ángel Terron, químico y poeta, que compagina la escritura con cátedra de Química Inorgánica en la Universitat de les Illes Balears. Es autor de  Llibre del mercuri (1982), Ternari (1986), Sons nets (2004), À mon seul désir (2007) y Els noms del cervell (2013), entre otros.

Arthur Sze poemas

Arthur Sze

Las hojas de un sueño son las capas de una cebolla

Una tortuga de las Galápagos no tiene nada que ver
con el mundo de los neutrinos.
La ecología de las Islas Galápagos
nada tiene que ver con unas tijeras.
El cactus de la ventana nada tiene que ver
con la invención de la rueda.
Y la invención del telescopio
nada que ver con un jaguar rojo.
No. la invención de las tijeras
tiene mucho que ver con la del telescopio.
Un mapamundi tiene mucho que ver
con el cactus de la ventana.
El mundo del quark tiene mucho que ver
con un jaguar vagando en la noche.
El hombre que se autoimmola y lanza
un cóctel molotov contra un tanque tiene mucho
que ver con un girasol inclinándose hacia la luz.

El quark y el jaguar, título del libro de Murray Gell-Mann (Premio Nobel de Física, en 1969, por sus descubrimientos sobre partículas elementales) está inspirado en los versos de este poema de Arthur Sze
«El mundo del quark tiene todo que ver con un jaguar vagando en la noche».

«Al reflexionar sobre cuestiones relacionadas con lo simple y lo complejo percibimos conexiones que nos permiten establecer vínculos entre todos los fenómenos de la naturaleza, desde los más sencillos a los más complicados. Cuando mi esposa me leyó el poema de Arthur Sze donde menciona el quark y el jaguar, me chocó de inmediato lo bien que ambas imágenes se ajustaban a lo que yo quería tratar. Los quarks son los ladrillos básicos que componen toda la materia. Todo objeto que vemos está constituido de quarks y electrones. Incluso el jaguar, ese antiguo símbolo de fuerza y ferocidad, es un manojo de quarks y electrones, ¡pero qué manojo! Exhibe una enorme complejidad, resultado de miles de millones de años de evolución biológica. Sin embargo, ¿qué significa exactamente la complejidad en este contexto, y cómo surgió? Esta es la clase de cuestiones que este libro trata de responder». Murray Gell-Mann de su libro «El quark y el jaguar. Aventuras en lo simple y lo complejo»

quark jaguar Gell-Mann Arthur Sze establoPegaso

Poemario «The Redshifting Web: Poems 1970-1998» de Arthur Sze y el libro «El quark y el jaguar» del Nobel Murray Gell-Mann inspirado en los versos: «El mundo del quark El mundo del quark tiene todo que ver con un jaguar vagando en la noche”

The leaves of a dream are the leaves of an onion

A Galapagos turtle has nothing to do
with the world of the neutrino
The ecology of the Galapagos Islands
has nothing to do with a pair of scissors.
The cactus by the window has nothing to do
with the invention of the wheel.
The invention of the telescope
has nothing to do with a red jaguar.
No. The invention of the scissors
has everything to do with the invention of the tele
scope.
A map of the world has everything to do
with the cactus by the window.
The world of the quark has everything to do
with a jaguar circling in the night.
The man who sacrifices himself and throws a Molotov
cocktail at a tank has everything to do
with a sunflower that bends to the light.

Arthur Sze (Nueva York, 1950) del poemario The Redshifting Web: Poems 1970-1998

Las formas de las hojas

Ginko, chopo, roble palustre, liquidámbar, tulipero:
nuestras emociones parecen hojas y atentos
a sus formas nos alimentamos.
¿Has sentido la extensión y el contorno de la aflicción
a lo largo de los bordes de un gran arce de Noruega?
Te has sobresaltado ante el fulgor naranja
abrasando las curvas de un crespo cerezo silvestre?
Yo he visto desde el aire islas de árboles talados
cada una con una red de bifurcantes carreteras de gravilla,
y sentido un momento de pura cólera álamo-dorada.
He visto grullas canadienses moviéndose en un campo abierto,
una sola grulla blanca en la bandada.
Y he viajado a lo largo del contorno
de hojas que no tienen nombre. Aquí
donde el aire es húmedo y la luz es fresca,
Yo percibo lo que otros están pensando y no dicen,
Yo conozco el placer en las venas del arce del azúcar,
estoy viviendo en el borde de una hoja nueva.

Arthur Sze lee su poema Festival Internacional de Poesía de Medelllín

The shape of leaves

Ginkgo, cottonwood, pin oak, sweet gum, tulip tree:
our emotions resemble leaves and alive
to their shapes we are nourished.

Have you felt the expanse and contours of grief
along the edges of a big Norway maple?
Have you winced at the orange flare

searing the curves of a curling dogwood?
I have seen from the air logged islands,
each with a network of branching gravel roads,

and felt a moment of pure anger, aspen gold.
I have seen sandhill cranes moving in an open field,
a single white whooping crane in the flock.

And I have traveled along the contours
of leaves that have no name. Here
where the air is wet and the light is cool,

I feel what others are thinking and do not speak,
I know pleasure in the veins of a sugar maple,
I am living at the edge of a new leaf.

Arthur Sze

La silla y Prodigio de Charles Simic

silla euclides establoPegaso

La silla

Esta silla fue una vez alumna de Euclides.

El libro de sus postulados reposa sobre el asiento.
Las ventanas de la escuela estaban abiertas,
así que el viento pasaba las páginas
susurrando su famosa demostración.

El sol se puso sobre los tejados dorados.
Las sombras se alargaban por todas partes,
pero Euclides guardó silencio sobre eso.

The chair

This chair was once a student of Euclid.

The book of his laws lay on its seat.
The schoolhouse windows were open,
So the wind turned the pages
Whispering the glorious proof.

The sun set over the golden roofs.
Everywhere the shadows lengthened,
But Euclid kept quiet about that.

Prodigio

Crecí inclinado sobre
un tablero de ajedrez.

Me gustaba la expresión “jaque mate”.

Todos mis primos parecían preocupados.

Era una casa pequeña
cerca de un cementerio católico.
Los aviones y los tanques
sacudían los cristales.

Un profesor de astronomía jubilado
me enseñó a jugar.

Debió de ser en 1944.

En el juego que usábamos
la pintura se había desprendido
de las piezas negras.

El rey blanco había desaparecido
y hubo que sustituirlo.

Me han dicho, pero no me lo creo:
que ese verano vi cómo colgaban a unos hombres
de los postes del teléfono.

Recuerdo a mi madre
tapándome los ojos.
Tenía una habilidad asombrosa para ocultarme
de repente la cabeza debajo de su abrigo…

El profesor me dijo que en el ajedrez
los maestros también juegan a ciegas
los mejores, varias partidas
a la vez.

Prodigy

I grew up bent over
a chessboard.

I loved the word endgame.

All my cousins looked worried.

It was a small house
near a Roman graveyard.
Planes and tanks
shook its windowpanes.

A retired professor of astronomy
taught me how to play.

That must have been in 1944.

In the set we were using,
the paint had almost chipped off
the black pieces.

The white King was missing
and had to be substituted for.

I’m told but do not believe
that that summer I witnessed
men hung from telephone poles.

I remember my mother
blindfolding me a lot.
She had a way of tucking my head
suddenly under her overcoat.

In chess, too, the professor told me,
the masters play blindfolded,
the great ones on several boards
at the same time.

Charles Simic (Belgrado, 1938)

Invierno sin corazón (Kernlose winter)

Kernlosewinter antártida Elena Soto

Tendría nueve o diez años cuando cayó en mis manos un libro sobre la Expedición Endurance de Shackleton; hasta entonces, una versión ilustrada de La Odisea para niños era mi único referente de literatura de viajes. La travesía de este explorador intentando cruzar la Antártida me conmovió tanto o más que la de Ulises por llegar a Ítaca. Más tarde leí El peor viaje del mundo, en el que Cherry-Garrard relata la expedición de Scott, y quedé atrapada por la atmósfera del continente blanco.
La palabra ‘Kernlose winter’ –literalmente invierno sin alma, sin núcleo, sin corazón–, que designa a un peculiar fenómeno térmico de la Antártida y que pertenece al lenguaje científico, inspiró un poema y me pareció un buen título para un libro de poesía. Además, de éste hay otros en los que la ciencia ha sido la ‘musa’.

Kernlose winter (Invierno sin corazón)

Hay una tierra
en la que el viento impone la ceniza con la garra
y el invierno no tiene alma,
le llaman kernlose
(el que no tiene corazón),
donde el polvo de nieve se suspende en el aire,
y se detiene a unos siete centímetros del suelo,
sin apenas rozarlo,
y asciende,
vagando como un punto en pena,
sin núcleo, sin centro,
sin poder encontrarse con el agua.
Hay un océano sólido, fijo,
en el que el oleaje perdió su estado líquido
y las mareas no tienen alma,
le llaman kernlose ocean,
el océano de las aguas sin corazón,
donde los náufragos suspendidos en el viento
se detienen a siete centímetros del horizonte
y ascienden,
vagando como átomos que han perdido su núcleo,
desorientados en la oscuridad blanca,
kernlose light (luz sin corazón),
luz sin sombras, sin alma.

antarctic

“During the winter in the central part of the Antarctic continent temperatures are trapped by an average of -62 ° C, experiencing minimal variations. ‘Kernlose winter’ – literally winter without soul, without core, without heart – designates this peculiar thermal phenomenon “.

kernlose winter

There is a land
in which the wind imposes the ash with the claw
and winter has no soul,
they call it kernlose
(the one who does not have a heart),
where snow dust is suspended in the air,
and stops about seven inches off the ground,
without hardly touching it,
and ascend,
wandering as a point in pain,
without a nucleus, without a center,
Unable to meet the water.
There is a solid, fixed ocean,
in which the surf lost its liquid state
and the tides have no soul,
they call it kernlose ocean,
the ocean of waters without a heart,
where the castaways suspended in the wind
they stop at seven centimeters from the horizon
and ascend,
wandering like atoms that have lost their nucleus,
disoriented in the white darkness,
kernlose light (light without heart),
light without shadows, without soul.

Invierno sin corazón (Kernlose winter) acaba de publicarse en Ediciones Torremozas

Balears fa Ciència, lectura de poemas a partir del minuto 55

kernlose winter 7-02-2015Invierno sin corazón en Tam Tam Press

Invierno sin corazón (Kernlose Winter) en la revista Cinosargo

El conjunto de Mandelbrot

El conjunto de Mandelbrot de Jonathan Coulton

Mandelbrot_fractales

Monstruos patológicos! -exclamó el matemático aterrorizado
Cada uno una astilla en el ojo
Odio la curva de Peano y la curva de Koch
Temo al conjunto ternario de Cantor
El triángulo de Sierpinski me quiere hacer llorar
Y un millón de millas de distancia una mariposa aleteó
En un día frío de noviembre nació un hombre llamado Benoit Mandelbrot

Su desdén por las matemáticas puras y sus intuiciones geométricas únicas
Lo dejaron bien equipado para hacer frente a esos demonios de abajo
Vio que la complejidad infinita podría ser descrita por reglas simples
Utilizó su gran cerebro y cambió las reglas del juego
Y buscó debajo de la tormenta
Tuvo una visión en la cabeza
Una forma puntiaguda bulbosa
cogió el lápiz y escribió su secreto

Simplemente hay que tomar un punto llamado Z en el plano complejo (Suplente: Tome un punto llamado C …)
Deje Z1 sea Z al cuadrado más C (Suplente: Vamos Z1 ser cero al cuadrado …) (o: … además Z)
Y Z2 Z1 es al cuadrado más C (o: … además Z)
Y Z3 es Z2 cuadrado más C (o: … además Z), etc.
Si la serie de Zs está siempre
Cerca Z y nunca tiende a alejarse
Ese punto es en el conjunto de Mandelbrot

Conjunto de Mandelbrot, eres un Test de Rorschach en el fuego
eres un pterodáctilo fosforescente
eres los resortes y alambres de una caja con forma de corazón
eres uno de los macarras del maldito fractal
Y estás justo a tiempo para salvar el día
Barriendo todos nuestros temores de distancia
tu puedes cambiar el mundo de manera pequeña

Está en el cielo Mandelbrot, al menos él estará cuando esté muerto
de momento todavía está vivo y enseña matemáticas en la Universidad de Yale*
Nos dio orden a partir del caos, nos dio esperanza donde no había ninguna
Su geometría tiene éxito donde otros fallan
si alguna vez pierde su forma, una mariposa aleteará
y a un millón de millas de distancia, un pequeño milagro vendrá a llevarte a casa

simplemente hay que tomar un punto llamado Z en el plano complejo (Suplente: Tome un punto llamado C …)
Deje Z1 sea Z al cuadrado más C (Suplente: Vamos Z1 ser cero al cuadrado …) (o: … además Z)
Y Z2 Z1 es al cuadrado más C (o: … además Z)
Y Z3 es Z2 cuadrado más C (o: … además Z), etc.
Si la serie de Zs está siempre
Cerca Z y nunca tiende a alejarse
Ese punto es en el conjunto de Mandelbrot

Conjunto de Mandelbrot, eres un Test de Rorschach en el fuego
eres un pterodáctilo fosforescente
eres los resortes y alambres de una caja con forma de corazón
eres uno de los macarras del maldito fractal
Y estás justo a tiempo para salvar el día
Barriendo todos nuestros temores de distancia
tu puedes cambiar el mundo de manera pequeña
Vamos, cambiar el mundo de una manera pequeña
Vamos, cambiar el mundo de una manera pequeña

*Desde la muerte de Benoit Mandelbrot en octubre de 2010, Jonathan Coulton ha omitido las líneas, «cuando esté muerto / porque aún está vivo y enseña matemáticas en la Universidad de Yale,» en las actuaciones en directo.

Mandelbrot Set de Jonathan Coulton

Pathological monsters! cried the terrified mathematician
Every one of them a splinter in my eye
I hate the Peano Space and the Koch Curve
I fear the Cantor Ternary Set
The Sierpinski Gasket makes me wanna cry
And a million miles away a butterfly flapped its wings
On a cold November day a man named Benoit Mandelbrot was born

His disdain for pure mathematics and his unique geometrical insights
Left him well equipped to face those demons down
He saw that infinite complexity could be described by simple rules
Used his giant brain and he turned the game around
And he looked below the storm
Saw a vision in his head
A bulbous pointy form
Picked his pencil up and he wrote his secret down

Just take a point called Z in the complex plane (Alternate: Take a point called C…)
Let Z1 be Z squared plus C (Alternate: Let Z1 be zero squared…) (or: …plus Z)
And Z2 is Z1 squared plus C (or: …plus Z)
And Z3 is Z2 squared plus C (or: …plus Z) and so on
If the series of Zs will always stay
Close to Z and never trend away
That point is in the Mandelbrot Set

Mandelbrot Set, you’re a Rorschach Test on fire
You’re a day-glo pterodactyl
You’re a heart-shaped box of springs and wire
You’re one badass fucking fractal
And you’re just in time to save the day
Sweeping all our fears away
You can change the world in a tiny way

Mandelbrot’s in heaven, at least he will be when he’s dead
Right now he’s still alive and teaching math at Yale
He gave us order out of chaos, he gave us hope where there was none
His geometry succeeds where others fail
So if you ever lose your way, a butterfly will flap its wings
From a million miles away, a little miracle will come to take you home

Just take a point called Z in the complex plane (Alternate: Take a point called C…)
Let Z1 be Z squared plus C (Alternate: Let Z1 be zero squared…)
And Z2 is Z1 squared plus C
And Z3 is Z2 squared plus C and so on
If the series of Zs will always stay
Close to Z instead of trend away
That point is in the Mandelbrot Set

Mandelbrot Set, you’re a Rorschach Test on fire
You’re a day-glo pterodactyl
You’re a heart-shaped box of springs and wire
You’re one badass fucking fractal
And you’re just in time to save the day
Sweeping all our fears away
You can change the world in a tiny way
And you’re just in time to save the day
Sweeping all our fears away
You can change the world in a tiny way
Go on, change the world in a tiny way
Come on, change the world in a tiny way

Web de Jonathan Coulton
Ese universo de lo infinitamente pequeño esconde maravillas, artefactos de la mente, objetos que solo existen en el mundo de las matemáticas… o quizá no. Siempre me ha fascinado la gente que es capaz de “ver” con los ojos de la imaginación, que es capaz de construir un modelo mental a partir de un puñado de ecuaciones. Y uno de esos objetos imposibles que a duras penas soy capaz de visualizar es el conjunto de Mandelbrot. Mirando al infinito de Miguel Rebollo.

Sucede que las ondas electromagnéticas temen a las aguas del océano

Gustavo Pereira

Gustavo Pereira

Sucede que las ondas electromagnéticas temen a las aguas del océano. Y son entendibles sus razones. Por más alta que sea su frecuencia, éste las amortigua, las desvanece, las aniquila, como hace con los rayos de luz y con los náufragos irrecuperables. Ni siquiera el láser, tan pertinaz, puede traspasar la barrera de reflexiones, refracciones y absorciones de los fondos marinos, en donde anidan, tenaces y desvelados, los concertistas de las profundidades y las sombras eternas. Sólo por canales hasta ahora secretos pueden viajar las ondas acústicas llevando y trayendo los llamados de las centollas, el traqueteo de los crustáceos como si fueran ametralladoras disparadas al mismo tiempo en un cuarto de vidrio, los tambores de los peces errabundos, los silbidos de las grandes ballenas y la lengua dulce y entrañable de los delfines.

Eso pasa con mi amor por ti, hasta ahora secreto, porque teme la incertidumbre de tus aguas.

Gustavo Pereira, «En el reino de los espejos curvos»

Sobre navegantes solitarios

A Lucila Velásquez

Los dispositivos de los barcos para la navegación solitaria funcionan con frecuencia a destiempo. Las técnicas de recepción, por ejemplo, no identifican sino a sombras. Las señales de satélite vuelan en órbitas tan bajas que el ecuador está siempre distante y las sondas acústicas no miden profundidades sino abismos insondables. En alta mar, cuando los lugares son siempre los mismos, el navegante solitario es el único ser que en el planeta, fuera de la gran ballena, se alimenta de resonancias: cada andrajo del océano puede ser la última visión.

Celebración de los encantos de la ciencia

El cuadrivio de la hipotenusa
La energía de las ondas magnéticas
apuntadas al mero lado izquierdo
La aceleración de las partículas atómicas
bajo la rótula de un impulso inútil
El aprovechamiento de la energía solar para soslayar
cuanto se tiene por ridículo
El movimiento de los planetas como acumulaciones
de epiciclos
y escombros semejantes
La nube de materia y radiación que se expande
infinitamente al infinito
sin que ningún hado alcance a rozarla
y finalmente
el destello
de tus ojos
cuando
a su furtivo
disparo
capitulo.

Velocidades
La tierra sobre su eje a 1.600 km/h
Alrededor del sol a 115,200 km/h
Al borde de la Vía Láctea a 990.000 km/h
A ese paso
¿quién puede acusarnos de impulsivos?

Gustavo Pereira, (Punta de Piedra, 1940), integró el grupo Símbolo y fue director-fundador de la revista Trópico Uno.