En la casa de Copérnico

Copernicus’ House

En la casa de Copérnico la niebla se filtra sobre la ciudad
y la noche es esconde en la nube,
ciega época por ciegas calles, por jardines y cercos
donde grazna el tiempo.
Frío y miedo hielan las casas
mientras oscuras procesiones asan la carne de la indocilidad.
La Tierra frente a Dios,
sin embargo esto no es todo,
se derrite el saber humano
en el silencio huyendo de la hoguera
y mientras así el tiempo nos amenaza
en el techo hay una grieta que junta las estrellas,
luego deja a la Tierra que se vuelva para mirarlas
mientras el sol comienza a brillar también en la noche.

Mateja Matevski en el VIII Festival Internacional de Poesía de Medellín leyendo su poema «En la casa de Copérnico».

El sueño geométrico de Kepler

Kepler copos nieve geometria

Nieva en las calles de Praga y los copos que caen sobre las ropas de Johannes Kepler son hexagonales ¿Por qué tienen esa caprichosa geometría?
En la obra Strena seu de nive sexángula (El copo de nieve de seis ángulos) escrita en 1611 y considerada por muchos como el inicio de la ciencia de la cristalografía, Kepler se pregunta porque los cristales de nieve tienen una forma hexagonal simétrica.
El libro fue el regalo de Navidad del científico a su amigo Matthäus Wackher von Wackhenfels.
“Aquí tenemos algo más pequeño que cualquier gota, pero con forma geométrica. Este es el regalo de Año Nuevo perfecto para un amante de la Nada, lo mejor que puede ofrecer un matemático, que nada tiene y nada recibe, ya que viene del cielo y parece una estrella”. Strena seu de nive sexángula

El sueño geométrico de Kepler
Un copo, mil copos…
en el corazón de la nevada.
Cristales arrastrados por el viento,
dendritas estelares tejiendo el sueño geométrico de Kepler
De nive sexángula.

Hilvanando vapor de agua
y vaho de crisantemos
flota el aliento del invierno
al compás del cierzo.
Levadura blanca sobre las cumbres,
levadura blanca sobre nuestras cabezas
cubriendo los senderos
y la raya del cabello
de singulares estrellas sexángulas.

snowtime from Иванов Вячеслав on Vimeo.

Tras Kepler, otros muchos han estudiado los copos de nieve. En 1885 Wilson Alwyn Bentley fotografió miles al microscopio intentando identificar copos idénticos. A pesar de la gran variedad de geometrías, no consiguió encontrar dos que fueran exactamente iguales. No fue hasta 1988 cuando un equipo en Wisconsin demostró que dos copos de nieve pueden ser totalmente idénticos si el entorno en el que se forman es suficientemente parecido. Aunque cuando esto sucedía, siempre se correspondían con prismas huecos en vez de con los copos comúnmente conocidos.

Las cigarras de ciclos matemáticos

Magicicada tredecim

Magicicada tredecim

Los primos, definidos como los números naturales mayores que 1 y divisibles sólo por sí mismos y por la unidad, parecen regir los ciclos de las cigarras periódicas —los más largos de todos los insectos conocidos—. Las ninfas de Magicicada septendecim y Magicicada tredecim emergen del suelo de manera sincronizada tras permanecer 17 y 13 años viviendo bajo tierra. ¿Conocen las cigarras las propiedades de estos números ‘perversos’? ¿Es casual que sus ciclos duren un número primo de años?
La elección no parece caprichosa y puede ser la clave de su supervivencia. Sus ‘extraños’ ciclos les dan una ventaja evolutiva ayudándoles a esquivar a enemigos con ciclos de vida divisibles entre dos y múltiplos de tres.


Las cigarras de ciclos matemáticos

Al abrigo de los números primos
las ninfas de las cigarras periódicas
descienden al inframundo.
Sus ciclos
—solo divisibles por uno y por ellos mismos—
esquivan a la muerte.
Magicicada septendecim y Magicicada tredecim
se adentran en el velo de la tierra buscando plantas tiernas.
Recolectan para el olvido y la vida
y así concluyen el círculo del caos.
Y dice la leyenda que no regresan nunca
porque su sangre se vuelve clorofila
y quedan sujetas para siempre
al ciclo antiguo de las constelaciones vegetales.

En el este de los Estados Unidos, cada diecisiete años, miles de millones de ninfas de cigarra abandonan la vida subterránea y trepan a los árboles donde abandonan sus últimas mudas emergiendo como adultos alados. Una de las grandes camadas surgió en mayo del 2004 y aparecerá de nuevo en el año 2021 para cumplir con su ciclo matemático.

Las cigarras custodiadas por los números primos