El ojo matemático de Horus

UDYAT OJO ARITMETICO

Cuenta la leyenda que Horus se enfrentó a Seth en una cruel lucha en la que su ojo izquierdo quedó destrozado, pero Tot logró recomponerlo. Este nuevo ojo de Horus era el Udyat, «el que está completo» y, además de un amuleto de protección, representa un sistema de cuantificación fraccional de las partes de un todo.
Las fracciones del ojo de Horus eran cada una de las partes en las que éste fue seccionado durante la batalla y se representaban mediante una grafía: la esquina interior era ½, el iris ¼, la ceja 1/8, la esquina exterior 1/16, mientras que los ornamentos debajo del ojo continuaban la secuencia 1/32, 1/64, …

El ojo matemático de Horus

En tu brazo resplandece el Udyat,
el ojo matemático de Horus
que dibuja las fracciones.
En tu brazo, la mirada oblicua
que desmiembra mi cuerpo
juntando de nuevo los pedazos.
Con un cuarto del iris,
un octavo de la ceja,
un sesentaicuatroavo de la lágrima…
Y, aunque cada fracción
siempre es la mitad de la anterior,
la suma nunca alcanza la unidad,
solo se aproxima
porque lo que se despedaza
nunca puede totalmente completarse.
Pero se alegra mi espíritu al saber
que llevas en el brazo el ojo aritmético
con las medidas exactas del ungüento
para que mi corazón pueda sanarse.
Yo ofrendo a la serie geométrica
el humo de mi cigarro fascinado,
volutas áspid con esa ínfima fracción angular
que provoca el aleteo
para que la lágrima de Horus alcance el infinito,
y no acabe en el Nilo,
y no la arrastre el agua.
Si se pierde, te lo advierto,
nunca hallarás fórmula, ni hechizo, ni conjuro
que mida con precisión el trigo y la cebada.
Elena Soto

The mathematical eye of Horus

In your arm shines the Udyat,
the mathematical eye of Horus
that draws the fractions.
On your arm, the oblique gaze
that dismembers my body
putting the pieces back together.
With a quarter of the iris,
an eighth of the eyebrow,
a sixty-fourth of the tear…
And, although each fraction
is always half of the previous one,
the sum never reaches unity,
it only comes close
because what is broken up
can never fully complete itself.
But my spirit rejoices to know
that you carry on your arm the arithmetical eye
with the exact measures of the ointment
so that my heart may be healed.
I offer to the geometric series
the smoke of my fascinated cigar,
aspid volutes with that tiny angular fraction
that provokes the fluttering
so that the tear of Horus may reach infinity,
and does not end up in the Nile,
and is not swept away by the water.
If it is lost, I warn you,
you will never find a formula, nor a spell, nor an incantation
that accurately measures wheat and barley.

Brazalete de Sesonquis  2I

Brazalete de Sesonquis I con el ojo Udyat. Museo Egipcio del Cairo

Los egipcios se detuvieron en la sexta división 1/64, pero si continuamos haciendo mitades del trozo que falta nos acercaremos cada vez más a la unidad, aunque no la alcanzaremos jamás. En matemáticas podemos construir una expresión del tipo: “Donde la suma tiende a 1 cuando n tiende a infinito”.

Vídeo “El ojo de Horus en las matemáticas”

Las fracciones y el Ojo de Horus de Javier Fraile Martín

brazo ojo Horus

Esta entrada se publicó originalmente en la sección de Ciencia y Poesía de Tam Tam Press

Dos poemas de José Antonio Llamas

antihipertritón

Señal de un antihipertritón en el detector STAR

Partícula de antimateria de los tiempos del Big Bang

Un equipo internacional de científicos que estudia colisiones de alta energía de iones de oro ha conseguido encontrar algo excepcional: la forma más extraña de antimateria nunca vista hasta ahora, una antipartícula que podría haber existido en los primeros momentos del Big Bang, la gran explosión que dio origen al Universo.
Para conseguir este logro, los investigadores del colisionador, un túnel de poco más de 3 kilómetros ubicado en el Laboratorio Nacional Brookhaven, provocaron el choque de iones de oro en la circunferencia. De esta forma detectaron una partícula (más bien antipartícula) de antimateria muy antigua, que pudo estar en los primeros instantes del nacimiento del Universo, y algo que no se había visto jamás.
Se trata del antihipertritón, el núcleo del antihipertritio, que contiene un antiprotón, un antineutrón y una antipartícula lambda.

EL ANTI HIPER TRITÓN

Cada criatura no es sino una gradación pautada
de un gran y armonioso todo.
Goethe

Oro contra oro, con inusitada crueldad,
con furia extraña, de poder a poder, daga contra daga.

Hasta que la vida estalle, hasta la primera sangre,
hasta que la materia de los sueños bulla en el sartén
de aceite y se derrame.

Para alcanzar el día, para dar el paso, cada átomo de la noche
debe desaparecer, debe morir en brazos de la aurora
que comienza a despertar y a levantarse.

La forma más extraña de la nada nunca vista,
la sustancia del no ser, la sexta esencia, la sideral espiga,
la médula del sol, caramelizada.

Para llegar a ella han hecho falta, reunidas,
todas las lágrimas del mundo condensadas en una gota de sudor,
y las miradas de los hombres convergiendo sobre una misma flor
de un espino albar aún no cortada.

Oro contra oro, neutrón contra neutrón;
hasta que la materia estalle en millones de pedazos
y se haga presente la antimateria con toda su desolación y su sustancia.

Para alcanzar la noche, el día ha de entregarse en sacrificio
y transustanciarse en la materia oscura, la que a punto de nieve,
presagia la llegada de la nada.

Oro contra oro, partículas de eternidad que morirán,
porque quien a oro muere, a oro mata.

*  * * * * * * * *

Cataratas de sangre del glaciar Taylor

 

cataratas de sangre antartida

Cataratas de sangre en la lengua del glaciar Taylor en la Antártida

En la cara frontal del Glaciar Taylor -ubicado en los Valles Secos de McMurdo, en la Antártida- hay una catarata de hielo que se tiñe de un rojo intenso sobrecogedoramente parecido al color de la sangre cada vez que mana agua salada.
La región es una de las más extrañas del mundo, y algunos científicos incluso creen que en el lago que origina la cascada pueden existir microorganismos extraterrestres, adaptados a la vida en lugares inhóspitos y carentes de oxígeno.
Los análisis demuestran que el color rojo que tiñe a las Cataratas de Sangre se debe a la acumulación de óxido de hierro en las sales del agua del glaciar, pero se ignora su procedencia. Una de las teorías que más probabilidades tiene de convertirse en una explicación satisfactoria es la que dice que hace varios millones de años el valle en el que se asienta el Glaciar Taylor fue inundado por el Mar de Ross, como un fiordo.

CATARATAS DE SANGRE

Es la vida la que crea las condiciones
aptas para su propia existencia.
Margulis y Lovelock. Teoría Gaia.

Cataratas de flores minerales en salmuera
que la herrumbre de los siglos fuera congregando
debajo de la nieve, cataratas de sangre
soterradas en los Valles Secos.

Regiones en las que el olvido fue dejando sus despojos
y la huella renegrida de sus heces.
El origen exacto, la semilla, fue una fuente
de la que manaba la soledad del hombre y sus miserias.

Fue, probablemente, necesario
levantar de cuajo todo el odio y la verdad y al mismo tiempo, acarrearlo y arrastrarlo todo hasta los fiordos
para que allí durmiera para siempre.

Cataratas de venas reventadas, cataratas de pájaros
y abedules enjaulados en la niebla,
soterrados en los Valles Secos.

Valles en los que el corazón del viento
flota, y los sentimientos se aletargan en salmuera,
en una concentración de sal y de renuncias
superior a la de todos los océanos.

Cataratas de amapolas blancas como rojas margaritas
y de diamantes rojos como blancas fresas,
regados por la misma sangre, prisioneros
dela crueldad de la belleza,
soterradas en los Valles Secos.

Composiciones poéticas inéditas de José Antonio Llamas que forman parte de Materia oscura, un tratado de Cosmología y Astrofísica poética, en el que el autor toma prestadas las notas científica y las imágenes para acompañar sus poemas.

Jose_Antonio_Llamas_.jpg

José Antonio Llamas Fernández (León 1941)

 

Fractales de Luis Zaror

FRACTALES_Luis Zaror

Ilustración de Jorge Gutiérrez Opazo

Fractal II
En la ecuación de los micelios
en la geometría del universo
voy de fractal en fractal,
quitándole al caos
su premeditada racionalidad
que se perturba
con el humo de un cigarrillo
o con un árbol
que se muere en Chiloé.

Fractal III
Me sumerjo en el caos,
en las ecuaciones que determinan
el vuelo de un insecto
o la velocidad de un electrón,
pues basta el rugido de un trueno
para abrir camino al viento
o el disparo de un conidio
para que se agite el universo.

Testigos
Para ver
más allá
del instante mismo de la creación,
cuando el vacío
entró en emergencia,
dialogando entre genes,
mucho antes de las palabras sonoras,
cuando el oculto fruto de la meiosis
dio origen al rocío de una flor
o a la ciudadela de los micelios,
todos estábamos allí.

Genoma I
Cuando te vuelves espiral,
cuando te pones la piel
las moléculas parlanchinas
crean el genoma de la palabra.
Genoma II
Leyendo,
combinando los códices
encontré mi ancestro
de aguas y desierto
de pájaros y amebas.

Electroencefalograma
Tus moléculas me hablan
con signos y símbolos
resultantes de nuestros actos
y de la alterada conciencia de ti misma,
y tu cuerpo
sentimiento vivo, me lo dice.
Aún así, compañera de siempre,
sigo esperando.

Presencia
Para estar
no es necesario detenerme,
ni capturar el vuelo del ave
en la caída de las cascadas.
Sólo me basta
la intención
de una mariposa,
el sueño de una avutarda,
el proyecto de una larva.

Luis Zaror, profesor de Microbiología de la Universidad Austral de Chile. Autor de numerosas publicaciones científicas. Miembro fundador del grupo Trilce.

luis zaror