En el océano de Dirac

Paul M. Dirac,  nacido el 08 de agosto de 1902 , en  Bristol, Inglaterra. Fallecido el 20 de octubre de 1984 , en Tallahassee, Florida, USA.

Paul M. Dirac, (08 de agosto de 1902 , en Bristol, Inglaterra. 20 de octubre de 1984 , en Florida, USA.)

En el océano de Dirac
A Paul Dirac

En el océano de Dirac
no hay caballitos de mar,
ni corales candelabro
ni estrellas de cinco puntas con la divina proporción.
Hay partículas enigmáticas como anguilas,
cambiantes como sepias,
falaces como peces cabeza transparente.
En el océano de Dirac
las olas van a contracorriente,
sus crestas se hunden en el abismo
anegando los cementerios marinos
donde los argonautas toman baños de sombra
junto a la ecuación relativista del electrón,
cediendo siempre un hueco al vacío.
Orientadas por conjeturas
las tortugas laúd navegan
en la espuma del espacio-tiempo del océano de Dirac
junto a una compañera imaginaria
-otra laúd idéntica desplazándose en su estela al pasado-
guiadas por el magnetismo de los primeros instantes del universo.

In the Dirac’s ocean

In the Dirac’s ocean
no seahorses,
or candelabrum coral
or five-pointed stars with the divine proportion.
There enigmatic particles such as eels,
veering as cuttlefish,
false as transparent fish head.
In the Dirac’s ocean
the waves go against,
crests sink into the abyss
flooding marine cemeteries
where the Argonauts take baths shadow
by the relativistic equation of the electron,
always giving a hollow vacuum.
Guided by guesswork
leatherback sea turtles navigate
in the foam of spacetime Dirac’s ocean
with an imaginary companion
-another identical leatherback moving to the past in its wake-
Guided by the magnetism of the early universe.

Como Océano de Dirac o Mar de Dirac se conoce al modelo teórico del vacío que sería como un mar infinito de partículas con energía negativa. Fue desarrollado por el físico Paul Dirac en 1930 para tratar de explicar los estados cuánticos anómalos con energía negativa predichos por la ecuación de Dirac para electrones relativistas. Antes de su descubrimiento experimental en 1932, el positrón, la antipartícula correspondiente al electrón, fue concebida originalmente como un hueco en el mar de Dirac.

mardedirac_establoPegaso

Parecería que este Mar de Dirac, conformado por los pares partícula-antipartícula, nos lleva a la deriva pero cuando nos hacemos un PET (Tomografía por Emisión de Positrones), están en juego los positrones y sus correspondientes aniquilaciones en el interior de nuestro organismo y todo comenzó con la ecuación de Dirac.
Adjunto el enlace a «La ecuación que nos ve por dentro», artículo de Clara Grima que explica el funcionamiento del PET.
Y un segundo de Francisco R. Villatoro Paul A. M. Dirac y el descubrimiento del positrón, que aclara y pone en contexto los hallazgos de este genial físico.

Cosas de líquenes

cementerio_Irlanda

Ancestrales como la historia de la Tierra.
Modernos como las baldosas en los tejados o en las tumbas.
Adaptados como chiquillos sin zapatos en tiempos de hambre,
y a la vez tan humanos,
tan volubles en sus coriáceas almas, en sus colores apagados.
Su amor no lo destruye ni la radiación cósmica,
ni el vacío – esa angustiosa falta de presión, oxígeno y dióxido de carbono – ;
ni el tiempo – esa losa que nos pesa, esa tumba –
pero, a pesar de todo, tienen secretos que estremecen.
Él –el hongo, ese ser que respira, que abraza y cobija a su verde amante–
no puede vivir sin ella –el alga, esa criatura que se mece en su regazo y le da verdor.
Y sin embargo, con una debilidad casi humana,
le es infiel.
Con crueldad y nuestro consentimiento,
identificamos las especies de líquenes sólo por el hongo,
aunque éste vaya del brazo con cualquier alga de una noche.
Ella lo sabe,
pero le sigue dando oxígeno y comida,
como aquellas mujeres sumisas de no hace tanto.
Ella es la guardiana del secreto y la impulsora
de ese amor casi mineral y eterno.
Sólo el alga –y también los científicos indiscretos– sabe
que la vida de él está en sus manos.
Ella puede vivir en solitario
como tantas mujeres olvidadas
por el torpe tiempo y la torpe historia
–que sólo recuerda hombres condecorados y puteros–,
manteniendo viva –en secreto, casi en soledad–
la llama del amor y del misterio:
de la eternidad verde y callada
que vive en la paz fotosintética de un viejo cementerio.

Jaume Flexas

Tierra Fuego

«Cuatro son los culpables principales de este poema: Miquel Àngel Conesa, Nacho García Plazaola, Bea Fernández, y Elena Soto. Las conversaciones sobre líquenes que mantuve con los cuatro en corto plazo de tiempo, y el poema de Elena “Líquenes crustáceos”, fueron el caldo de cultivo del que éste emergió espontáneamente. A ellos van dedicadas las partes buenas que el poema pueda tener; me quedo las malas para mí como premio a mi inexperiencia» Jaume Flexas.

ALGA HONGO Liquen
Un poco de ciencia
Los líquenes se consideran entre los organismos ‘vegetales’ más antiguos en colonizar los ambientes terrestres. Aunque en el agua ya existiese vida vegetal mucho antes, en ‘la superficie’ no apareció hasta hace unos 500 millones de años, y en formas parecidas a lo que hoy conocemos como líquenes. Están formados por la simbiosis entre un hongo y un alga. Son seres fascinantes y muy resistentes a ambientes extremos.
La Taxonomía clasifica como la misma ‘especie’ -el concepto es vago al tratarse de una simbiosis entre dos organismos que pueden clasificarse como especies independientes- a una única especie de hongo que puede ir asociada con varias especies de alga. Las últimas investigaciones han desvelado que, curiosamente, entre esas especies diversas de alga que pueden formar parte de un único liquen, muchas pueden sobrevivir perfectamente aisladas, como algas libres. Y, aunque ocurre igual con alguno de los hongos, es menos habitual, ya que la mayoría se han especializado en este tipo de simbiosis y no suelen encontrarse en la naturaleza como formas de vida independientes de ‘sus’ algas. En definitiva, la Taxonomía pone el énfasis en el hongo como criterio de clasificación, pero en ‘la vida real’ el alga es más ‘altruista’; en los casos más extremos ella puede vivir sin el hongo pero el hongo sin ella, no.

JAUME FLEXAS

Jaume Flexas

Making-of

Lorca decía que “Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio”, pienso que esta definición no solo es válida para las palabras, y como muestra los líquenes.
La primera vez que hablé con Jaume Flexas me contó su investigación sobre los efectos de la sequía en la fotosíntesis, fue para un artículo de ciencia. En la segunda conversación me explicó sus trabajos sobre helechos y musgos; y en algún momento salió también el tema de los líquenes, unos seres que siempre me han intrigado y que poéticamente se me resistían –no me salían versos que les hicieran justicia-. Lo siguiente fue un experimento de poesía y ciencia, al que Jaume se ‘apuntó’ como lector.
Hace unos meses, retomé el asunto de los líquenes y el resultado, finalmente, me gustó. Se me ocurrió enviarle el poema y coincidió que estaba en un congreso en el que, mira tú por dónde, hablaban de líquenes. El resultado final es su poema ‘Cosas de líquenes’, una visión muy personal de esta sorprendente asociación por la que seguro que sus coetáneos –en todos los reinos siempre hay un aguafiestas- no daban ni un duro.

Lo que la marea devuelve en Vlissingen

basura Lo que la marea devuelve en Vlissingen A Simon Vinkenoog

Plástico y celofán, cartones de leche y envases de yogur, bolsas de red azules y anaranjadas

peladuras de clementina, bolsas de papel, plumas y algas, ladrillos y palos.

plantas de hojas verdes, ramas de pino, botellas de agua, chapas de madera, paquetes de tabaco,

tapas de tarros de café, tapones de botellas de leche, envases de arroz, cuerda azul, un viejo zapato marrón, una piel de cebolla

trozos blancos de cemento gastados modelados por las mareas, galletas marineras,

envases de detergente, corteza y tablas, un cepillo para la ropa, la tapa de una caja

un spray decapante, una pequeña cebolla marrón, una taza amarilla.

Un muchacho con dos bastones camina en la orilla, una gaviota muerta,

una zapatilla deportiva azul, el asa de un bolso, medio limón, un manojo de apio, una redecilla__

Tapa de corcho, pomelo, guante de goma, tubos de pirotecnia mojados,

masas de algas teñidas de herrumbre amontonadas a lo largo de la marca que deja la marea en el muro,

el guardabarros de plástico de un automóvil, un casco verde partido por la mitad,

un gran nudo de cuerda de cáñamo, un tronco de árbol sin corteza,

una estaca de madera, un cubo, innumerables botellas de plástico,

un paquete vacío de pasta marca Zara,

un gran bidón de plástico gris, un rollo de vendas, botellas de vidrio, latas,

un árbolito de navidad,

un tubo de hierro oxidado, yo mismo y mi pis.

Allen Ginsberg Allen Ginsberg What the Sea Throws Up at Vlissingen for Simon Vinkenoog

Plastic, cellophane, milk cartons, yogurt containers, blue orange shopping bag nets

Clementine peels, paper sacks, feathers kelp, bricks sticks,

Succulent green leaves pine tips, waterbottles, plywood and tobacco pouches Coffee jartops, milkbottle caps, rice bags, blue rope, an old brown shoe, an onion skin Concrete chunks white pebbled, sea biscuits,

detergent squeezers, bark and boards, a whisk-brush, a box top

Formula A Dismantling Spray-can, a whole small brown onion, a yellow cup

A boy with two canes walking the shore, a dead gull, a blue running shoe,

A shopping bag handle, lemon half, celery bunch, a cloth net—

Cork bottletop, grapefruit, rubber glove, wet firework tubes,

Masses of iron-brown-tinted seaweed along the high water mark near the sea wall,

A plastic car fender, green helmet broken in half,

giant hemp rope knot, tree trunk stripped of bark,

A wooden stake, a bucket, myriad plastic bottles,

pasta Zara pack,

A long gray plastic oildrum, bandage roll, glass bottle, tin can,

Christmas pine tree

A rusty iron pipe, me and my peepee.

Ginsberg enumera los objetos vertidos al mar y que ve desde la orilla de Vlissingen.