El 22 de octubre del 4004 antes de Cristo del calendario juliano, a última hora de la tarde, fue creado el Universo, según el calendario Ussher. El 7 de marzo y el 4 de abril 1785 naufragó en las costas de Escocia
El hundimiento del calendario Ussher
«En el principio creó Dios los cielos y la tierra», dice la Biblia,
y el arzobispo James Ussher fijó la fecha,
a partir de las Sagradas escrituras.
Todo comenzó el 22 de octubre del año 4004 a.C., al anochecer,
-paradójicamente, se puso el sol, cuando las luminarias
todavía no habían hecho acto de presencia en el Cosmos-.
Ussher afinó sus cálculos con sorprendente exactitud,
precisando que Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso,
poco tiempo después, -concretamente, el 10 de noviembre del mismo año-;
o que el arca de Noé se posó en el monte Ararat,
el día 5 de mayo del 2348 a. C.
Pero, el calendario bíblico naufragó en los acantilados de Escocia,
cuando James Hutton intuyó la vasta edad de la Tierra,
observando periodos geológicos en los ángulos de las rocas.
En Siccar Point, en la costa del Mar del Norte,
encontró una discordancia,
la prueba definitiva que apuntaló su revolucionaria teoría y
comenzó a cuestionar la cronología bíblica,
con su concepto del ‘tiempo profundo’,
un tiempo que se extiende mucho más de lo que imaginamos.
Frente a la certeza de Ussher,
el geólogo no supo determinar la edad de la Tierra,
solo decía que su antigüedad era inconmensurable.
Hoy sabemos que una parte de los acantilados de Siccar Point
tiene unos 425 millones de años,
cuando Gondwana se alejaba del Polo Sur;
y la otra, alrededor de 345,
cuando los continentes emergieron de los mares poco profundos.
22 de octubre del 4004 antes de Cristo del calendario juliano, a última hora de la tarde, fue creado el Universo. Esta fecha era el resultado de los cálculos realizados por el arzobispo anglicano James Ussher (1581-1656) que, tomando como referencia el Antiguo Testamento, cruzó la cronología bíblica con otras fuentes y afinó el cómputo; señalando días concretos de acontecimientos, como el diluvio universal o la destrucción del Templo de Jerusalén. La obra, publicada en 1658, lleva por título Annales Veteris Testamenti, a prima mundi origine deducti, una cum rerum Asiaticarum et Aegyptiacarum chronico, a temporis historici principio usque ad Maccabaicorum initia producto («Anales del Antiguo Testamento, deducido de los orígenes primigenios del mundo, crónica integrada de los asuntos asiáticos y egipcios desde el comienzo del tiempo histórico hasta el advenimiento de los Macabeos»).
Casi nadie osaba cuestionar los registros de las Sagradas escrituras, al menos públicamente, pero el estudio de los estratos llevó a algunos a ponerlos en duda y James Hutton (1726 – 1797), conocido como el “padre de la geología”, fue uno de los que pensaba que los tiempos requeridos para la formación de la corteza terrestre tenían que ser mucho más largos. Hutton deduce que todas las transformaciones ocurridas deben haber requerido un tiempo indefinido, muy difícil de determinar a escala humana y que se extiende mucho más de lo que imaginamos, lo denomina Deep Time (tiempo profundo) un concepto que es equivalente al de tiempo geológico. Aunque no supo determinar la edad de la Tierra, fue el primero en captar que su antigüedad era inconmensurable, una idea que chocaba con la creencia cristiana, comenzaba la caída del calendario Ussher.
Las ideas de James Hutton, expuestas el 7 de marzo y el 4 de abril 1785 en la Real Sociedad de Edimburgo y publicadas en 1795 bajo el título ‘Teoría de la Tierra‘, tumbaban la cronología bíblica, el calendario de Ussher naufragó en los acantilados de Escocia.
Poema que colabora en #Polivulgadores de Café Hypatia con el tema #PVefeméride