El electrocardiograma del púlsar PSR B1919+21, un icono pop.

Pulsar_CP 1919_Joe Division_JocelynBell

La banda británica de post-punk Joy Division ilustró con un extraño gráfico la portada de su primer álbum, Unknown Pleasures (Placeres desconocidos), publicado en 1979. La cubierta del LP se convirtió en un icono y, actualmente, está presente en infinidad de productos de merchandising; pero lo que desconoce la mayoría de los que la lucen en su ropa, piel o poseen objetos con esta imagen es que corresponde al electrocardiograma del latido de una estrella pulsante de neutrones, descubierta en 1967 por la astrofísica Jocelyn Bell.
La icónica portada es obra del diseñador Peter Saville, que tomó la ilustración de la Enciclopedia de Astronomía de Cambridge de 1977, invirtiendo los colores al gráfico original. Tirando del hilo, Jen Christiansen, editora gráfica de Scientific American, descubrió que la imagen original se remontaba a 1970, cuando fue generada por ordenador en el Radio Observatorio de Arecibo (Puerto Rico) por Harold Craft para su tesis doctoral y, posteriormente, reproducida en 1971 en un artículo de Scientific American, «The nature of pulsars», de Jeremiah P. Ostriker. Toda la historia la cuenta en Pop Culture Pulsar: Origin Story of Joy Division’s Unknown Pleasures Album Cover.
No deja de ser sorprendente que el diagrama de los pulsos de radio de un exótico objeto en la constelación de Vulpecula ilustre la carátula de un disco; no es menos chocante que el patrón de líneas del corazón de un púlsar se popularice; y tal vez sea una señal poética que, años después, esta imagen acabe estampada en mi taza de café.

Unknown pleasures en la constelación de Vulpecula

A Jocelyn Bell

Una taza puede ser un placer desconocido,
si tus manos acarician las ondas de un púlsar
de la constelación de Vulpecula.
El café impacta contra el fondo y,
mientras se vierte,
PSR B1919+21 ya ha dado una vuelta
-un giro cada 1,33730113 segundos-.
Aunque una taza nada tiene que ver con una estrella pulsante,
ni el chorro de café con una señal electromagnética,
fantaseo imaginando alguna leyenda interesante
de la constelación de la Zorra que,
según la Wikipedia, no tiene ninguna referencia mitológica.
Pero, en agosto de 1967, cuando Jocelyn Bell
detectó una señal de radio extraterrestre
que se repetía periódica cada 1,3 segundos.
la bautizó como Little Green Men 1 (LGM1),
los hombrecillos verdes.
Más tarde, descubrió que el origen del bip-bip regular
era un cadáver estelar rotando como un faro fantasma.
No había duendes galácticos.
La constelación de la pequeña Zorra regaló a Jocelyn
el primer electrocardiograma del latido
de una estrella pulsante de neutrones;
un buen currículum para la discreta Vulpecula.
El patrón de líneas del corazón errante PSR B1919+21
se convirtió en un icono,
alguien pensó que el perfil de sus ondas,
también era un placer desconocido
Unknown Pleasure
y el sonido cósmico acabó en la portada de un disco.
A miles de años luz de Vulpecula,
vuelvo a los rituales cotidianos,
al café y a la taza terrestres,
un ajuste fino al echar el azúcar
me ayudará en los cálculos cósmicos.
Los expertos dicen
que una cucharadita de su materia estelar
pesa tanto como el Everest.

JoyDivision_pulsar
Poema que colabora en #Polivulgadores de Café Hypatia con el tema #PViconos

Tres poemas para tres científicas

Poemas dedicados a la paleontóloga Mary Anning, a la astrofísica Jocelyn Bell y la astrónoma Henrietta Leavitt.

Placeres desconocidos en la constelación de la Zorra

Urania asoma la cabeza en la Pequeña Nube de Magallanes

Unknown Pleasures en la constelación de Vulpecula

Unknown Pleasures_pulsar_ Jocelyn Bell

Placeres desconocidos en la constelación de la Zorra

A Jocelyn Bell

Una taza puede ser un placer desconocido,
si tus manos acarician las ondas de un púlsar
de la constelación de Vulpecula.
El café impacta contra el fondo y,
mientras se vierte,
PSR B1919+21 ya ha dado una vuelta
-un giro cada 1,33730113 segundos-.
Aunque una taza nada tiene que ver con una estrella pulsante,
ni el chorro de café con una señal electromagnética,
fantaseo imaginando alguna leyenda interesante
de la constelación de la Zorra que,
según la Wikipedia, no tiene ninguna referencia mitológica.
Pero, en agosto de 1967, cuando Jocelyn Bell
detectó una señal de radio extraterrestre
que se repetía periódica cada 1,3 segundos.
la bautizó como Little Green Men 1 (LGM1),
los hombrecillos verdes.
Más tarde, descubrió que el origen del bip-bip regular
era un cadáver estelar rotando como un faro fantasma.
No había duendes galácticos.
La constelación de la pequeña Zorra regaló a Jocelyn
el primer electrocardiograma del latido
de una estrella pulsante de neutrones;
un buen currículum para la discreta Vulpecula.
El patrón de líneas del corazón errante PSR B1919+21
se convirtió en un icono,
alguien pensó que el perfil de sus ondas,
también era un placer desconocido
(Unknown Pleasure)
y el sonido cósmico acabó en la portada de un disco.
A miles de años luz de Vulpecula,
vuelvo a los rituales cotidianos,
al café y a la taza terrestres,
un ajuste fino al echar el azúcar
me ayudará en los cálculos cósmicos.
Los expertos dicen
que una cucharadita de su materia estelar
pesa tanto como el Everest.

Elena Soto

En el verano de 1967, la astrofísica Jocelyn Bell descubrió un patrón de señales de radio muy cortas y regulares, que procedían de un exótico objeto localizado en la constelación de Vulpecula (la pequeña Zorra); el origen de las ondas era una estrella pulsante (púlsar), la primera que se había detectado y que se bautizó como PSR B1919+21.
Doce años después, la banda de post-punk Joy Division utilizó el gráfico de las ondas del púlsar, con los colores invertidos, como portada de su álbum Unknown Pleasures (Placeres desconocidos). Actualmente el diagrama de los latidos de PSR B1919+21 es un icono del merchandising.

Unknown pleasures in the constellation of the Vixen

To Jocelyn Bell

A cup can be an unknown pleasure,
if your hands caress the waves of a pulsar
the constellation of Vulpecula.
The coffee hits the bottom and,
while pouring,
PSR B1919 + 21 has already come around
-one turn every 1.3737303 seconds-.
Although a cup has nothing to do with a pulsating star,
nor the jet of coffee with an electromagnetic signal,
I fantasize imagining some interesting legend
about the constellation of the Vixen that,
according to Wikipedia, it has no mythological reference.
But, in August of 1967, when Jocelyn Bell
detected an extraterrestrial radio signal
that was repeated periodically every 1.3 seconds.
He named it Little Green Men 1 (LGM1),
los hombrecitos verdes.
Later, she discovered that the origin of the regular beep-beep
it was a star corpse rotating like a ghost beacon.
There were no galactic goblins.
The constellation of the little Vixen gave Jocelyn
the first heartbeat electrocardiogram
of a pulsating neutron star;
a good curriculum for the discrete Vulpecula.
The pattern of wandering heart lines PSR B1919 + 21
he became an icon,
someone thought that the profile of their waves,
it was also an unknown pleasure
(Placer desconocido)
and the cosmic sound ended up on the cover of a record.

Thousands of light years away from Vulpecula,
I return to daily rituals,
to coffee and the terrestrial cup,
a fine adjustment when pouring sugar
It will help me in the cosmic calculations.
The experts say
than a teaspoon of your star stuff
it weighs as much as Everest.

Jocelyn Bell pulsar

Ilustración generada por ordenador en el Radio Observatorio de Arecibo en Puerto Rico de 80 períodos sucesivos del primer púlsar observado, CP1919 (Cambridge pulsar a las 19 horas y 19 minutos de ascensión correcta)

 

hombrecillosverde

El universo de Jocelyn Bell Burnell

jocelyn_bell_pelopanton.png
Ilustración de Pelopanton (Luis Resines) de su serie dedicada a científicas.