Las cazadoras de setas

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Las cazadoras de setas

La ciencia, como sabes, mi pequeña, es el estudio
de la naturaleza y del comportamiento del universo.
Se basa en la observación, en la experimentación, en la medición,
y en la formulación de leyes para describir los hechos revelados.

Antiguamente, se decía, que los hombres ya venían con cerebros
diseñados para perseguir a las bestias de carne a la carrera,
para lanzarse a ciegas hacia lo desconocido,
y luego encontrar el camino de vuelta a casa cuando se perdían
transportando entre todos  el cuerpo de un antílope.
O, en un día malo de caza, nada.

Las mujeres, que no necesitaban perseguir a sus presas,
tenían cerebros que localizaban puntos de referencia y trazaban rutas entre ellos
a la izquierda en los arbustos de espinas y atravesando las peñas
mirando en el hueco del tronco del árbol medio caído,
porque allí a veces hay setas.

Antes del garrote de sílex, o de las herramientas de carnicero de sílex,
el primer utensilio de todos fue un cabestrillo para el bebé
para tener las manos libres
y también como recipiente para bayas y setas,
raíces y hojas buenas, semillas e insectos.
Luego un mortero de sílex para aplastar, triturar, moler o romper.

Y a veces los hombres perseguían a las bestias
en la profundidad de los bosques ,
y nunca regresaron.

Algunas setas te matarán,
mientras que otras te mostrarán dioses
y otras saciarán el hambre de nuestros estómagos. Identifíca.
Otras nos matarán si las comemos crudas
y nos matarán de nuevo si las cocemos una vez,
pero si las hervimos en agua de manantial, y tiramos el agua
y luego las hervimos una vez más, y volvemos a tirar el agua,
entonces podemos comerlas con seguridad. Observa.

Observa los partos, mide la hinchazón de los vientres y la forma de los pechos,
y a través de la experiencia descubre cómo traer a los bebés al mundo de forma segura.

Obsérvalo todo.

Y las cazadoras de setas repasan las rutas que recorren
y observan el mundo, e interpretan lo que observan.
Y algunas con éxito se lamen los labios,
mientras que otras mueren agarrándose el estómago.
Así se hacen y se dictan leyes sobre lo que es seguro. Formula.

Las herramientas que creamos para construir nuestras vidas:
nuestra ropa, nuestra comida, nuestro camino a casa…
todas estas cosas se basan en la observación,
en la experimentación, en la medición, en la verdad.

Y la ciencia, recuerda, es el estudio
de la naturaleza y del comportamiento del universo,
basado en la observación, la experimentación y la medición,
y la formulación de leyes que describen estos hechos.

La carrera continúa. Una científica primitiva
dibujó bestias en las paredes de las cuevas
para enseñar a sus hijos, ahora bien alimentados de setas
y de bayas, lo que sería seguro cazar.

Los hombres siguen corriendo tras las bestias.

Las científicas caminan más lentamente, subiendo a lo alto de la colina,
bajando hasta la orilla del agua, atravesando el lugar por donde fluye la arcilla roja.
Llevan a sus bebés en los cabestrillos que hicieron,
liberando sus manos para recoger las setas.
Las cazadoras de setas (Mushroom Hunters), poema de Neil Gaiman.

The Mushroom Hunters

Science, as you know, my little one, is the study
of the nature and behaviour of the universe.
It’s based on observation, on experiment, and measurement,
and the formulation of laws to describe the facts revealed.

In the old times, they say, the men came already fitted with brains
designed to follow flesh-beasts at a run,
to hurdle blindly into the unknown,
and then to find their way back home when lost
with a slain antelope to carry between them.
Or, on bad hunting days, nothing.

The women, who did not need to run down prey,
had brains that spotted landmarks and made paths between them
left at the thorn bush and across the scree
and look down in the bole of the half-fallen tree,
because sometimes there are mushrooms.
Before the flint club, or flint butcher’s tools,
The first tool of all was a sling for the baby
to keep our hands free
and something to put the berries and the mushrooms in,
the roots and the good leaves, the seeds and the crawlers.
Then a flint pestle to smash, to crush, to grind or break.

And sometimes men chased the beasts
into the deep woods,
and never came back.

Some mushrooms will kill you,
while some will show you gods
and some will feed the hunger in our bellies. Identify.
Others will kill us if we eat them raw,
and kill us again if we cook them once,
but if we boil them up in spring water, and pour the water away,
and then boil them once more, and pour the water away,
only then can we eat them safely. Observe.

Observe childbirth, measure the swell of bellies and the shape of breasts,
and through experience discover how to bring babies safely into the world.

Observe everything.

And the mushroom hunters walk the ways they walk
and watch the world, and see what they observe.
And some of them would thrive and lick their lips,
While others clutched their stomachs and expired.
So laws are made and handed down on what is safe. Formulate.

The tools we make to build our lives:
our clothes, our food, our path home…
all these things we base on observation,
on experiment, on measurement, on truth.

And science, you remember, is the study
of the nature and behaviour of the universe,
based on observation, experiment, and measurement,
and the formulation of laws to describe these facts.

The race continues. An early scientist
drew beasts upon the walls of caves
to show her children, now all fat on mushrooms
and on berries, what would be safe to hunt.

The men go running on after beasts.

The scientists walk more slowly, over to the brow of the hill
and down to the water’s edge and past the place where the red clay runs.
They are carrying their babies in the slings they made,
freeing their hands to pick the mushrooms.

Curiosidade

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::dopamina:: procrastinando::
El circuito de recompensas del cerebro a un paso de saber la respuesta. Es ahí donde sientes el tirón gravitatorio. La dopamina. Antes que tú, ya otras habían armado con el hastío fuegos artificiales en su encéfalo. Un pie en Pangea y el otro en un link sobre la flotabilidad a gas de un Nautilus.

Una mano en los labios y otra a ras de un coleóptero que admira la rotación celeste. Un ojo en el telescopio. Otro en prisma de camaleón para leer esto. De la lengua de ese camaleón a la de la orquídea Serapias lingua…Ya no sabes ni qué tenías que hacer en esta mañana ambarina.

La leche se sale por fuera, caen manzanas de puro aburrimiento
coliflor con orejas, grelos sin peinar
y la yurta sin barrer.

Te rodean manuscritos de neutrinos
ni demasiado cerca ni demasiado lejos:
a la distancia justa como para un espontáneo: «Y qué rayos es?»

La constelación más hermosa es la que une las neuronas de esa niña con el polen que acaba de soplar
rumbo a por ahí
ni demasiado cerca ni demasiado lejos.

Estigmas de oro de la curiosidad.
La dopamina de saber un poco más.
Perder la forma humana.

Estíbaliz…Espinosa, Curiosidade, traducción al castellano de la autora.

::dopamina:: procrastinación::

O circuíto de recompensas do cerebro a un paso de saber a resposta.
AÍ é onde notas o tirón gravitatorio. A dopamina. Antes ca ti, outros xa
Arrellaran co el fastío fogos de artificio no encéfalo. Un pé en Panxea e o outro nun link sobre a flotabilidade a gas dun Nautilus.

Unha man nos labios e outra a ras dun coleóptero que admira a rotación celeste. Un ollo no telescopio. Outro en prisma de camaleón para ler isto.
Da lingua dese camaleón a da orquídea Serapias lingua… Xa non sabes nin o que tiñas que facer nesta mañá ambariña.

O leite sáese por fora, caen manzás de puro aburrimiento
coliflor con orellas, grelos sin peitear
e a iurta sin varrer.

Rodeánte manuscritos de neutrinos
nin demasiado preto nin demasiado lonxe:
á la distancia xusta como para un espontáneo: «E qué raio é?»

A constelación máis fermosa é a que une as neuronas de esa nena co pole que acaba de soprar
rumbo a por aí
nin demasiado preto nin demasiado lonxe.

Estigmas de ouro da curiosidade.
A dopamina de saber un pouco máis.
Perder a forma humana.

Estíbaliz…Espinosa, Curiosidade, 2017

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Estíbaliz Espinosa Río
Autora de 6 libros de poesía, publica tamén relato curto e ensaio con enfoque nunha cultura única: a simbiose entre a Ciencia e as Humanidades, así como a constelación que forman palabra, ciencia, muller e tecnoloxía.

Emily Dickinson

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632

El cerebro -es más extenso que el cielo-
pon uno al lado del otro-
y lo contendrá
fácilmente- y a ti –también-

el cerebro es más profundo que el mar –
sostenlos -azul contra azul-
uno absorberá al otro-
como la esponja -al cubo-

El cerebro es justo el peso de Dios-
pésalos libra por libra-
se distinguirán -si es que se pueden distinguir-
como la sílaba del sonido-

632

The Brain—is wider than the Sky—
For—put them side by side—
The one the other will contain
With ease—and You—beside—

The Brain is deeper than the sea—
For—hold them—Blue to Blue—
The one the other will absorb—
As Sponges—Buckets—do—

The Brain is just the weight of God—
For—Heft them—Pound for Pound—
And they will differ—if they do—
As Syllable from Sound—

The brain

100  Una ciencia
Una ciencia –a la que los eruditos llaman,
“Anatomía Comparada”-
Porque con un único hueso-
Se revela el secreto
Del raro inquilino del molde
El resto pereció en la piedra-

Pero para el perspicaz ojo que se fija
La flor más humilde de aguamiel
Tras un día de invierno
Representa al oro
De la rosa y del lirio, numerosas,
e incontables mariposas.

A science

A science—so the Savants say,
«Comparative Anatomy»—
By which a single bone —
Is made a secret to unfold
Of some rare tenant of the mold,
Else perished in the stone—

So to the eye prospective led,
This meekest flower of the mead
Upon a winter’s day,
Stands representative in gold
Of Rose and Lily, manifold,
And countless Butterfly!

Emily Dickinson (10 de diciembre de 1830-15 de mayo de 1886, Massachusetts, EEUU)

Dickinson Emily_ Herbarium
La biblioteca de la Universidad de Harvard ha colgado en la red el herbario completo que la poeta realizó entre los años 1839-1846. Dickinson, Emily, 1830-1886. Herbarium, circa 1839-1846. 1 volume (66 pages)

Un delgado compañero en la hierba

Un delgado compañero en la hierba
ocasionalmente pasea.
¿Puede que lo hayas conocido? No lo hiciste.
Su anuncio es inmediato:

La hierba se divide como con un peine,
un rayo moteado es visto
y luego concluye a tus pies
y se abre más lejos.

Le gusta un acre cenagoso,
una tierra demasiado fría para el maíz,
pero cuando yo era un niño descalzo,
más de una vez al medio día

al pasar noté el azote de un látigo
destrenzándose en el sol,
cuando me agachaba para asegurarlo,
se arrugaba y desaparecía.

Varios seres de la naturaleza
conozco y me conocen,
siento por ellos un éxtasis
de cordialidad,

pero nunca me encontré a este compañero,
acompañado o solo,
sin una respiración más cerrada
y nada en los huesos.

A narrow Fellow in the Grass (1096)

A narrow Fellow in the Grass
Occasionally rides –
You may have met him? Did you not
His notice instant is –

The Grass divides as with a Comb,
A spotted Shaft is seen,
And then it closes at your Feet
And opens further on –

He likes a Boggy Acre –
A Floor too cool for Corn –
But when a Boy and Barefoot
I more than once at Noon

Have passed I thought a Whip Lash
Unbraiding in the Sun
When stooping to secure it
It wrinkled And was gone –

Several of Nature’s People
I know, and they know me
I feel for them a transport
Of Cordiality

But never met this Fellow
Attended or alone
Without a tighter Breathing
And Zero at the Bone.

The ‘narrow Fellow’ is, of course, a snake – seen from a child’s-eye view. Along with D. H. Lawrence’s ‘Snake’, it’s one of the greatest poems about our reptilian friends: the snake in Dickinson’s poem appears and disappears suddenly, is apt to be mistaken for other things (e.g. a whip), and eludes our understanding.

La migración de las neuronas monarca

neuronas monarca

«Las neuronas células de formas delicadas y elegantes, las misteriosas mariposas del alma»
Ramón y Cajal

La migración de las neuronas monarca

El aleteo de las neuronas, misteriosas mariposas del alma,
-como las llamó Cajal-
anuncia la migración de las monarca hacia el santuario de Michoacán.
Casi cinco mil kilómetros, desde el este de las Rocosas al hipocampo,
para invernar en el cálido territorio de la infancia.
Rutas trazadas con los aromas de las plantas que les dieron cobijo
y que nutrieron su estado de larvas.
Rutas trazadas con la brisa que susurró colores
inflamando las escamas piratas que las empujan al viaje cíclico de los ancestros.
Se desprenden de las ramas,
antes de llegar al manantial donde habita el caballo-pez,
descansan fugazmente en una casa que existe solo en la memoria,
en un cabello que existe solo en la memoria,
y murmuran signos que nunca fueron pronunciados.
Son criaturas híbridas, escamas hipocampo,
y migran
convertidas ya en neuronas monarca.

Este poema, publicado en el libro Invierno sin corazón (Kernlose winter), surgió a raíz de la conferencia de Javier de Felipe (investigador en el Instituto Cajal)  «Reflexiones sobre el arte y el cerebro»  y mi fascinación por la migración de las mariposas monarca.

Vídeo El legado Cajal