A propósito de Crónicas marcianas

Mars satelite establoPegaso

Sonda orbital Mars Reconnaissance Orbiter

“Vendrán las lluvias suaves y el olor a tierra / Y el leve ruido del vuelo de las golondrinas…” dice el poema de Sara Teasdale que Ray Bradbury incluye en el relato de Crónicas Marcianas titulado “There Will Come Soft Rains” (Vendrán lluvias suaves).

Y a propósito de Crónica marcianas, la NASA anunció ayer que existen pruebas sólidas de la presencia de agua líquida en Marte. En las imágenes tomadas por la sonda orbital Mars Reconnaissance Orbiter se detectaron vetas superficiales descendentes con variaciones estacionales en las colinas marcianas, lo que se interpreta como un indicio de la existencia de corrientes de agua líquida. Con la llegada del verano al planeta rojo aparecen estos flujos lineales avanzando por sus laderas y cuando llegan las estaciones frías se desvanecen.

Las capas de estos acantilados marcianos muestran enterrados depósitos de hielo en la región polar sur de Marte cerca Ulyxis Rupes en alrededor de 72 ° S / 162 ° E. La imagen fue obtenida por la Mars Express el 15 de enero 2011 usando la Alta Resolución

Las capas de estos acantilados marcianos muestran enterrados depósitos de hielo en la región polar sur de Marte cerca Ulyxis Rupes en alrededor de 72 ° S / 162 ° E. La imagen fue obtenida por la Mars Express el 15 de enero 2011 usando la Alta Resolución

Y a propósito de Marte, vamos a recordar a Bradbury y a la poeta Sara Teasdale con el poema de «Vendrán lluvias suaves» incluido en «Flame and Shadow»

«Ya que usted no expresa su preferencia, elegiré un poema al azar». Comenzó a oírse una suave música de fondo. «Sara Teasdale. Según recuerdo, su favorito…»
Vendrán las lluvias suaves y el olor a tierra
Y el leve ruido del vuelo de las golondrinas
El canto nocturno de los sapos en los charcos
La trémula blancura del ciruelo silvestre
Los ruiseñores con sus plumas de fuego
Silbando sus caprichos en la alambrada
Y ninguno sabrá si hay guerra
Ni le importará el final, cuando termine
A nadie le importaría, ni al pájaro ni al árbol,
Si desapareciera la humanidad
Ni la primavera, al despertar al alba,
Se enteraría de que ya no estamos.

El fuego ardía en la chimenea de piedra y el cigarro cayó en un montículo de ceniza en el cenicero.

marte

The voice said at last, «Since you express no preference, I shall select a poem at random. «Quiet music rose to back the voice. «Sara Teasdale. As I recall, your favorite….

There will come soft rains and the smell of the ground,
And swallows circling with their shimmering sound;
And frogs in the pools singing at night,
And wild plum trees in tremulous white;
Robins will wear their feathery fire,
Whistling their whims on a low fence-wire;
And not one will know of the war, not one
Will care at last when it is done.
Not one would mind, neither bird nor tree,
If mankind perished utterly;
And Spring herself, when she woke at dawn
Would scarcely know that we were gone.

The fire burned on the stone hearth and the cigar fell away into a mound of quiet ash on its tray.

Curiosity establopegaso

Robot Curiosity NASA/JPL-Caltech

Artículo de Lujendra Ojha et al., “Spectral evidence for hydrated salts in recurring slope lineae on Mars,” Nature Geoscience, AOP 28 Sep 2015

La migración de las neuronas monarca

neuronas monarca

«Las neuronas células de formas delicadas y elegantes, las misteriosas mariposas del alma»
Ramón y Cajal

La migración de las neuronas monarca

El aleteo de las neuronas, misteriosas mariposas del alma,
-como las llamó Cajal-
anuncia la migración de las monarca hacia el santuario de Michoacán.
Casi cinco mil kilómetros, desde el este de las Rocosas al hipocampo,
para invernar en el cálido territorio de la infancia.
Rutas trazadas con los aromas de las plantas que les dieron cobijo
y que nutrieron su estado de larvas.
Rutas trazadas con la brisa que susurró colores
inflamando las escamas piratas que las empujan al viaje cíclico de los ancestros.
Se desprenden de las ramas,
antes de llegar al manantial donde habita el caballo-pez,
descansan fugazmente en una casa que existe solo en la memoria,
en un cabello que existe solo en la memoria,
y murmuran signos que nunca fueron pronunciados.
Son criaturas híbridas, escamas hipocampo,
y migran
convertidas ya en neuronas monarca.

Este poema, publicado en el libro Invierno sin corazón (Kernlose winter), surgió a raíz de la conferencia de Javier de Felipe (investigador en el Instituto Cajal)  «Reflexiones sobre el arte y el cerebro»  y mi fascinación por la migración de las mariposas monarca.

Vídeo El legado Cajal